La paroxetina es un fármaco empleado en el tratamiento de la depresión. Consumir paroxetina puede provocar falta de apetito o aumento de peso. Para evitar estos dos molestos efectos secundarios se recomienda seguir una alimentación equilibrada.
La paroxetina es un medicamento antidepresivo que se administra por vía oral y que pertenece a la familia de los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS).
La paroxetina también se administra a niños y adolescentes para el tratamiento de la depresión y el trastorno obsesivo-compulsivo
La paroxetina puede dificultar la pérdida de peso o hacer que ciertas personas engorden al tomarlo pero es poco frecuente.
Algunas personas se sienten más hambrientas cuando toman paroxetina. En estos casos, lo más recomendable es ceñirse al plan de las cinco comidas diarias y escoger alimentos saludables para cuando se sienta hambre entre comidas, por ejemplo, fruta, frutos secos, infusiones o alimentos que no contengan harinas blancas ni azúcares refinados.
En realidad, este medicamento puede dificultar el adelgazamiento pero no impide adelgazar si se adopta una alimentación adecuada. También es importante hacer ejercicio físico.
Estas recomendaciones deberían seguirse cuando se deje de tomar el medicamento.
Precisamente, tanto la pérdida de apetito como el aumento de peso son dos de los efectos secundarios de este medicamento.
La clave para adelgazar cuando se está tomando paroxetina reside en seguir una alimentación óptima basada en alimentos sanos y equilibrados que faciliten la pérdida de peso.
Puesto que la paroxetina puede causar pérdida de peso, los pacientes con anorexia nerviosa como aquellos que no deben perder peso por razones de salud deben tomarla con precaución. La anorexia se ha reportado en aproximadamente el 6-9 % de los pacientes tratados con este medicamento.
En primer lugar, es necesario evitar los carbohidratos simples y escoger productos integrales. Por ejemplo, sustituir el pan blanco por pan integral, la pasta blanca por pasta integral y el arroz blanco por arroz integral. Los alimentos integrales, a diferencia de los refinados, no aumentan los niveles de insulina y glucosa en la sangre.
También se recomienda efectuar cinco comidas ligeras al día y evitar cenar antes de irse a la cama. La cena deberá ser a base de proteínas.
La paroxetina no debe tomarse con alcohol aunque no empeore los síntomas inducidos por el alcohol, tal y como aparece descrito en el prospecto del medicamento.
La paroxetina cruza la barrera hematoencefálica y llega al cerebro. Por este motivo, se desaconseja mezclarla con alcohol para evitar efectos inesperados como alteraciones de la percepción o funcionamiento cerebral.
Se han observado efectos secundarios como vértigo, trastornos sensoriales, ansiedad, trastornos del sueño, agitación, temblor, náuseas, sudoración y confusión al dejar de tomar el medicamento de forma repentina o al tomarlo de forma discontinua.
Por lo general, estos efectos se autolimitan y rara vez es necesario tratarlos.
Cuando el paciente deje de necesitar el tratamiento con Paroxetina, el médico deberá disminuir las dosis gradualmente hasta la retirada definitiva del medicamento.
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