Los senos pierden firmeza con el paso del tiempo debido al inevitable proceso de envejecimiento. Sin embargo, sus efectos pueden reducirse con la práctica de ejercicio físico, la adopción de buenos hábitos y una dieta equilibrada.
Los senos pierden firmeza con el paso de los años debido al proceso natural de envejecimiento y a los cambios hormonales que se producen en el cuerpo. Los ligamentos que los sostienen pierden firmeza porque los tejidos que los conforman se rompen y la piel es cada vez más fina.
Todos los cambios que provocan la caída y flacidez de los senos pueden retrasarse o minimizarse practicando una serie de ejercicios y adoptando buenos hábitos.
Se recomienda hacer ejercicio físico y evitar tanto el aumento como la pérdida excesiva de peso ya que provoca cambios en el aspecto de los senos. Cuando se gana peso, los senos aumentan de tamaño y su piel se estira pero al adelgazar los senos pueden adoptar un aspecto vacío y caído.
Las actividades que ejercitan y desarrollan los pectorales ayudan a moldear y tonificar los senos. Se trata de ejercicios de flexión de brazos.
Mantener una correcta posición del cuerpo durante el día evita la caída de los pechos.
Aunque no se ha demostrado de forma científica que su uso favorezca la caída de los senos, los expertos aconsejan reducir el uso de sostenes.
Hacer una dieta equilibrada e hidratar correctamente el organismo también contribuye a que la piel y los tejidos se mantengan sanos. Por eso se recomienda comer fruta y verdura ya que son alimentos ricos en antioxidantes.
El procedimiento habitual para aumentar el busto es la operación de cirugía estética. Sin embargo, hay otras alternativas que ayudan a obtener un poco de volumen en el busto sin correr los riesgos que conllevan las intervenciones quirúrgicas o los implantes mamarios.
Practicar deportes como la natación y hacer ejercicios de flexión para ejercitar los músculos pectorales ayuda a aumentar la firmeza del busto.
Seguir una dieta alimenticia saludable y equilibrada ayuda a mejorar el metabolismo y favorece la correcta distribución de las grasas en el organismo.
Los masajes que estimulan el aumento del tamaño del busto pueden ser interesantes, particularmente los movimientos en círculo de forma suave y repetitiva realizados con los dedos.
En otros casos, la práctica de ciertos ejercicios de yoga también ayuda a aumentar el tamaño del busto.
Durante el periodo de lactancia, con cada mamada que realiza el bebé el organismo produce leche nueva. La hormona de la oxitocina regula la formación de leche. La salida de la leche se produce en forma de eyección. En una misma toma pueden suceder varias eyecciones aunque poco a poco las eyecciones son más cortas y a intervalos más largos. Sin embargo, después de la lactancia siempre queda algo de leche en el seno. Esta es la señal que nos indica que el seno se ha vaciado y que hay que iniciar la mamada en el otro seno.
Además, el bebé empieza a apartarse del seno, a girar la cabeza o a llorar. Esto puede indicar que el bebé ya no tiene más apetito o bien puede seguir mamando cuando se le ofrece el otro seno porque aún tiene hambre.
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