La dermatitis atópica es una dermatosis inflamatoria crónica de la piel que puede aparecer en los niños y bebés y que puede persistir hasta la etapa adulta.
No se conoce con exactitud la causa precisa de esta patología, pero se sabe que el 60% de casos presenta antecedentes familiares de atopia y que los niños atópicos tienen una hiperreactividad cutánea y la piel seca.
Por lo general, los síntomas comienzan a los 3 meses con una erupción cutánea eczematiforme que puede afectar especialmente las convexidades del rostro (mejillas...). Su diagnóstico necesita de un chequeo médico.
Además, la dermatitis atópica tiene una tendencia a afectar los pliegues (de los codos, de las rodillas,...), pero también puede afectar a todo el cuerpo.
El tratamiento requiere la aplicación de cremas de cortisona, el uso de antihistamínicos y la lucha contra la piel seca (uso de cremas emolientes, baños con jabón suaves...).