La insuficiencia cardíaca es un problema de salud grave que se debe prevenir y tratar.
Las medidas preventivas de la insuficiencia cardíaca implican un cambio en el estilo de vida:
Estos medicamentos tienen una acción vasodilatadora que va a permitir abrir las arterias, disminuir la tensión arterial y de reducir la retención de líquido. Los bloqueadores de los receptores de la angiotensina tienen el mismo efecto, pueden ser prescritos a los pacientes intolerantes a los inhibidores de la enzima de conversión.
Estos medicamentos son también utilizados en el tratamiento de la hipertensión arterial porque permiten reducir la frecuencia cardíaca.
Los diuréticos aumentan el volumen de orina que va a permitir la eliminación de excedentes de fluidos acumulados en los pulmones o en los miembros inferiores. Sin embargo, estos medicamentos también pueden provocar la pérdida de minerales, como potasio y magnesio, por lo tanto, deben ser acompañados con un consumo de suplementos.
Los antagonistas de la aldosterona tienen un efecto diurético pero minimizan la pérdida de potasio y permiten regular el ritmo cardíaco. Es empleado especialmente en caso de insuficiencia cardíaca grave.
Este medicamento provoca contracciones cardíacas que permiten una mejor tonicidad del corazón. La digoxina disminuye y regulariza el ritmo cardíaco.
Los pacientes cuya insuficiencia cardíaca persiste a los tratamientos medicamentosos pueden recurrir a un transplante de corazón, prescrito la mayoría de veces para personas de menos de 65 años de edad.