Durante muchos años se ha debatido acerca de si el sexo oral es o no una conducta de riesgo. El sexo oral, aún teniendo menos riesgos que la penetración, también tiene sus peligros cuando se practica con alguien que es portador (incluso sin saberlo) o está enfermo de una ETS. Practicando sexo oral también se pueden contagiar ETS y el virus de la hepatitis B.
La mucosa de la boca y la de la vagina son muy parecidas. En ellas pueden existir pequeños cortes o heridas (úlceras, llagas, gingivitis o hemorragias en las encías) que pasen desapercibidas pero que pueden ser una vía de entrada de virus y bacterias. Una higiene bucal deficiente puede representar un factor de riesgo a tener en cuenta.
La probabilidad de que el HIV se transmita de una persona a otra depende del tipo de contacto. El VIH se transmite más fácilmente a través el sexo anal o vaginal sin protección (es decir, sin condón) y compartiendo dispositivos para la inyección de drogas. El sexo oral tiene menos riesgo que estas otras prácticas aunque también puede transmitirse por esta vía. Se han realizado varios estudios al respecto con diferentes resultados en cuanto al nivel de riesgo que representa el sexo oral: dependiendo de los estudios este riesgo varía entre el 1 % y el 8 %.
El nivel de riesgo aumenta cuando la relación incluye la eyaculación en la boca de la pareja. Cualquier tipo de práctica sexual con una persona infectada conlleva un riesgo de transmisión del VIH, aunque sea mínimo. Otras ETS que se transmiten a través del sexo oral son la sífilis, el herpes y la gonorrea.
La primera y la más importante es la utilización del preservativo durante la relación. No tener sexo oral si hay alguna lastimadura en boca, herpes bucal, etc. Explorar discretamente los genitales de la pareja sexual en busca de alguna lesión. No lavarse los dientes ni utilizar hilo dental antes de tener sexo oral para evitar que lastimar la mucosa de la boca: en su lugar se puede utilizar un colutorio bucal o una pastilla de menta. Evitar tragar semen, líquidos eyaculatorios o fluidos vaginales: si se está realizando una masturbación se puede acabar con la mano antes de que se produzca la eyaculación.
Utilizar un preservativo (existen con sabores y sin lubricantes) cortado para proteger la boca al realizar sexo oral. Evitar practicar sexo oral a una mujer que está con la menstruación. Usar un protector dental para practicarle el sexo oral a una mujer. Para tener contacto oral-anal (es decir, "rimming" o lamer el ano de la pareja) se deben utilizar los protectores dentales: son unos cuadrados grandes de látex que se colocan entre tu boca y el ano para actuar en forma de una delgada barrera. Utilizar un vibrador (puedes ponerle un condón). Evitar el sexo oral brusco o prolongado (o el sexo oral profundo).
La elección de una pareja segura es muy importante. Antes de tener relaciones sexuales con alguien, es recomendable preguntarle si ha tenido experiencias con drogas o alcohol, cuántas parejas ha tenido, si tiene relaciones sexuales por dinero o si ha estado en prisión (donde en ocasiones los internos e internas tienen conductas de riesgo). La mejor manera de saber si una persona está infectada es realizarse juntos la prueba del VIH.
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