El legrado o curetaje consiste en el raspado de las paredes uterinas con instrumental cortante para la toma de tejido (biopsia) cuyo estudio permitirá realizar un diagnóstico definitivo.
Esta sencilla intervención se realiza por vía vaginal y suele llevarse a cabo con anestesia general, aunque también se realiza bajo anestesia local. La paciente ingresa en el hospital durante unas horas.
El postoperatorio, en general, transcurre sin alteraciones, a excepción de unos ligeros dolores que quizás pueda sentir la paciente y que desaparecen con la administración de analgésicos.
El estudio de la biopsia de una masa obtenida mediante el legrado o curetaje permite determinar si la paciente tiene un granuloma, neoplasia u otra clase de tumor.
El legrado también se emplea, paliativamente, para reducir masas tumorales.
Los médicos se sirven, a menudo, del legrado para practicar un aborto quirúrgico dentro de los tres primeros meses.
El legrado también se practica después de un aborto espontáneo para completar la limpieza de la cavidad uterina.
Ninguna intervención está completamente exenta de riesgos. En el caso del legrado, las complicaciones más importantes pueden aparecer durante el postoperatorio inmediato e incluyen la perforación uterina, los accidentes anestésicos y las complicaciones inflamatorias o infecciosas.
El legrado, cuando se emplea como método de interrupción de un embarazo, puede ser una causa, a largo plazo y estadísticamente significativa, de infertilidad.
Sin embargo, el legrado diagnóstico no causa infertilidad.
Desde el momento en el que se inicia la proliferación endometrial debe ponerse en marcha un ciclo menstrual normal que dependerá, en gran medida, del estímulo hormonal de cada mujer.
Ahora bien, el sangrado que aparece días después de la intervención se debe a que el cuello uterino se cierra tras el legrado diagnóstico. Este sangrado, cuyo color puede ser similar al de la menstruación o un poco más oscuro, no debe ser interpretado como menstrual.
El legrado, en sí mismo, no presenta contraindicaciones pero determinadas enfermedades que pudiera padecer la paciente desaconsejarían la realización de esta intervención.
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