La ataxia es la falta de coordinación de los movimientos voluntarios a menudo debido a un problema en el sistema nervioso, en el lugar que se ocupa de la coordinación. Esta condición no afecta a los músculos y la fuerza muscular está conservada. Estos trastornos pueden manifestarse estando de pie, caminando o durante la ejecución de un movimiento. El problema en el origen de los síntomas puede situarse a nivel de la información, especialmente en la ataxia locomotriz que aparece durante la marcha (ataxia denominada propioceptiva) o bien en la capacidad de coordinar los movimientos donde la afectación se localiza en el cerebelo (ataxia cerebelosa). A veces también puede ser causada por un problema en el oído interno (ataxia vestibular).
La ataxia se muestra por:
En los niños, ciertas infecciones virales como la varicela pueden causar ataxias llamadas "agudas". Desaparecen espontáneamente a los pocos días.
Los exámenes neurológicos y del aparato locomotor permiten diagnosticar la ataxia y, en función de sus resultados, permite orientar hacia un origen en el cerebro o más bien hacia una lesión a nivel del nervio periférico. Un examen por un otorrinolaringólogo, en algunos casos puede ser interesante para identificar un problema a nivel del oído interno. La localización de la lesión se puede detectar a través de una RMN centrada en la zona sospechosa de ser el origen.
Como en todas las enfermedades raras, las investigaciones para la ataxia no son muy numerosas. No existe un tratamiento específico a parte del tratamiento de la causa de la ataxia cuando sea conocida. Rehabilitación y apoyo psicológico son esenciales para el bienestar del paciente.