Hacer la siesta: un hábito muy frecuente en los países mediterráneos
Esta hora dedicada al descanso después de la comida, habitualmente entre las tres y las cinco de la tarde, es la que conocemos como siesta.
La palabra siesta proviene del vocablo latín sixta, que significa "la sexta hora del día" y que corresponde aproximadamente con el mediodía entre los antiguos romanos.
La siesta supone un intervalo de descanso y relajación que permite recargar energías de cara a la tarde, con lo que aumenta de forma significativa el rendimiento. Para todos nosotros es necesario un tiempo de descanso a lo largo del día.
El efecto postpandrial
- Después de las comidas se produce un descenso de nuestra actividad, influido por un fenómeno conocido como el "efecto postpandrial".
- La digestión implica el aumento del flujo sanguíneo hacia el territorio gastrointestinal, lo que produce un descenso en la actividad de los otros sistemas de nuestro organismo.
- Este fenómeno depende en gran parte del tipo de dieta realizada y de su cantidad, y favorece la realización de la siesta.
La siesta: un gran generador de fuerza
- Durante mucho años los países nórdicos consideraban que la gente que practicaba la siesta(españoles e italianos preferentemente) eran grandes gandules, unos verdaderos vagos. Dormir la siesta después de comer se consideraba impropio de pueblos trabajadores y laboriosos.
- Para disfrutar de una siesta se puede dormir un rato, pero relajarse o simplemente estirarse unos minutos también pueden considerarse una especie de pequeña siesta.
- La siesta está relacionada con nuestro "reloj biológico" : la actividad cerebral y física disminuye cada cuatro horas y para renovarla el cuerpo necesita unos minutos de descanso, que se corresponden con el momento de la siesta a media tarde.
Ventajas de la siesta
- Mejora la sensación de bienestar general.
- Aumenta la vitalidad.
- Reactiva los reflejos.
- Mejora nuestro grado de atención.
- Incrementa la eficacia de nuestro trabajo.
- Disminuye el riesgo de accidentes cardiovasculares.
Cuando se recomienda
- Tras una comida excesiva, para favorecer la digestión y reponer fuerzas antes de reemprender la actividad.
- Es muy conveniente en momentos de presión laboral.
- Si al conducir su vehículo se siente cansado o tiene sueño.
Saber más: Tipos de siesta