La cirrosis es una enfermedad crónica del hígado causada en el 80% de los casos por intoxicación crónica por alcohol. Consiste en la destrucción de las células del hígado asociada con cambios anatómicos y tiene como consecuencia una disminución de las funciones de este órgano. En un contexto de intoxicación enólica crónica aparecen síntomas como un aumento del volumen del hígado o hepatomegalia, signos de insuficiencia hepática (fatiga, angiomas estelares, ictericia, hemorragia gastrointestinal) y signos de hipertensión portal (ascitis, esplenomegalia). La progresión avanza hacia complicaciones fatales como hemorragias digestivas, encefalopatía hepática y carcinoma hepatocelular o cáncer de hígado.