Quiste testicular - Síntomas y diagnóstico

Un quiste es un engrosamiento que se desarrolla en el interior de un tejido u órgano.

Tipos de quistes testiculares: quiste del cordón, quiste del epidídimo y quiste hidrocele

Pueden aparecer varios tipos de quistes en los testículos. Así, el quiste del cordón se debe a una anomalía creada en el embrión. Durante la gestación el canal peritoneo-vaginal deja pasar un poco de líquido procedente del abdomen y después se cierra, dejando una pequeña formación tabicada en el trayecto del cordón.

El quiste hidrocele o hidrocele vaginal aparece de forma similar al quiste del cordón, salvo que la acumulación del líquido se hace en la porción terminal del conducto. Hablamos de hidrocele comunicante cuando el canal no está completamente cerrado por lo que persiste una comunicación anormal entre el canal y la bolsa. En los adultos también podemos encontrar quistes hidrocele aunque la causa suele ser diferente. En la mayoría de los casos los quistes aparecen como consecuencia de una infección, un traumatismo u otra patología de los testículos.

Por último, el quiste del epidídimo consiste en una acumulación de líquido en el trayecto del epidídimo, un conducto procedente del testículo.

Síntomas de un quiste en el testículo

En el niño, tanto el quiste del cordón como el hidrocele vaginal se descubren normalmente poco después del nacimiento y no suelen ser graves. Aparecen como una pequeña tumefacción situada en una de las dos bolsas y es indoloro. El hidrocele puede ser comunicante. En este caso, el quiste aumenta de tamaño cuando el niño está de pie, mientras que la presión sobre la bolsa puede reducirlo.

El hidrocele en el adulto también aparece como una masa en uno de los testículos. En general, suele ser voluminosos pero indoloro, aunque a veces puede crear algunas molestias.

El quiste del epidídimo, a diferencia del hidrocele, suele ser más pequeño pero doloroso a veces.

Cómo diagnosticar un quiste en un testículo

Es fácil diagnosticar un quiste testicular en los niños aunque la distinción entre el hidrocele vaginal y el quiste del cordón no siempre es evidente en el examen clínico. La confirmación del contenido líquido se hace con ayuda de la técnica de transiluminación. Durante dicha prueba, un haz de luz ilumina y atraviesa un lado de la bolsa. La evolución puede hacerse hacia un retorno espontáneo a la normalidad en los primeros años de vida.

Mientras que la técnica de la transiluminación permite diagnosticar el quiste de hidrocele en los adultos, ante la sospecha de quiste del epidídimo -y en caso de duda- se deberá realizar una ecografía o ultrasonido testicular.

Tratamiento del quiste del cordón, quiste del epidídimo y quiste hidrocele

En la inmensa mayoría de los casos de quistes testiculares en los niños no hay tratamiento sino observación de la evolución del quiste, una vez que se ha constatado el carácter benigno de la lesión. Suele desaparecer en el primer año de vida pero si persiste o crea molestias severas se recomienda operarlo cuando el niño haya alcanzado al menos los 7 años de edad. El hidrocele vaginal del adulto se debe operar si la causa identificada no se puede tratar.

Foto: © Pixabay.

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