La insuficiencia respiratoria es una incapacidad del aparato respiratorio para asegurar la oxigenación correcta de la sangre.
Cuando hablamos de insuficiencia respiratoria crónica, a menudo nos referimos a aquella provocada por el desarrollo de una enfermedad pulmonar conocida como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) que afecta principalmente al fumador. También las enfermedades pulmonares fibróticas pueden ser las responsables. Rara vez también puede estar involucrado una afectación neurológica.
La insuficiencia respiratoria crónica se caracteriza por un aumento progresivo de la dificultad para respirar con la aparición de una cianosis (coloración azulada de la piel) que revela un aumento en la proporción de sangre desoxigenada.
El diagnóstico se confirma por el estudio de los gases en la sangre (gasometría) realizados en una muestra de sangre arterial.
Para tratar la insuficiencia respiratoria crónica hay que mejorar la oxigenación con ayuda de una aportación extra de oxígeno a través de un tubo: es la llamada oxigenoterapia. Para ella a veces es necesaria la utilización de una máquina que asegure la ventilación: es la llamada ventilación artificial. En algunos casos, puede considerarse un trasplante de pulmón.