Es importante que tengas en cuenta que tienes derecho a tener relaciones íntimas de manera consensual y protegida, siempre y cuando seas mayor de edad y estés en una relación sana y respetuosa. Sin embargo, es comprensible que tu madre pueda tener preocupaciones o sentimientos encontrados al respecto, y es importante que trates de tener una conversación honesta y respetuosa con ella para tratar de entender su perspectiva y llegar a un acuerdo mutuo.
Es importante recordar que el respeto y la comunicación son fundamentales en cualquier relación, incluso en la relación entre padres e hijos adultos. Si tu madre se muestra violenta o te hace sentir mal, es importante que busques apoyo y asesoramiento profesional para abordar esta situación de manera saludable y segura para ti.