A veces la rutina, la falta de fantasias, los estados de ánimo, los problemas del trabajo o los niveles hormonales influyen en el desarrollo de una vida sexual adecuada. Pero en una relación el problema es de los dos, posiblemente él tampoco ayude a que esta relación se fortalezca. Lo mejor en estos casos es sincerarse con la pareja y conversar sobre el problema sacar conclusiones y buscar soluciones. Suerte.