La diarrea afecta a un gran número de niños. La aparición de más de 3 heces blandas o líquidas en un día evidencia una diarrea aguda que requiere consulta con el médico. La diarrea puede ser provocada por una infección otorrinolaringóloga (otitis, anginas), bronquitis o una infección urinaria. Una diarrea aguda de origen viral evoluciona favorablemente en 2 o 3 días.
Una diarrea puede tener varias causas: infección por virus o bacteria, intolerancia alimentaria, alergia a algún alimento o efectos secundarios de un antibiótico. Cuando la diarrea tiene un origen bacteriano están indicados los antibióticos. El riesgo de la diarrea aguda es que aparezca una deshidratación que entrañe una pérdida importante de peso, por lo que es indispensable vigilar el peso de un niño en cuanto aparece la diarrea. Cuando la pérdida de peso sobrepasa el 5 % del peso del bebé, se debe acudir al médico de forma urgente.
Lo más importante es evitar la deshidratación, por lo que se debe hidratar al bebé con abundante líquido, pero siempre en pequeñas cantidades para que no lo vomite. Más que agua sola, lo ideal es darle soluciones de rehidratación que se venden en farmacias. Está desaconsejado darle infusiones (té o manzanilla), zumos de frutas (ni natural ni comercial, tampoco el de manzana), refrescos y soluciones caseras (limonada). Si el bebé no vomita, es importante empezar a darle alimentos de forma precoz.
La dieta depende de la edad del bebé o niño y de cuál sea su alimentación habitual. Un bebé que recibe lactancia de forma exclusiva puede y debe seguir tomándola sin limitación de horario. La madre debe beber más agua y estar dispuesta para dar al bebé de amamantar más a menudo.
En los bebés que reciben biberones exclusivamente se puede utilizar la misma fórmula infantil, pero debe ser un poco más diluida el primer día. Es mejor que los biberones sean de menor cantidad, aunque tenga que tomar más veces. Entre las tomas, ofrecer agua o soluciones de rehidratación.
En los bebés que toman otros alimentos, además del pecho o del biberón (en general, los mayores de 6 meses), la dieta es la siguiente: los biberones pueden ser de fórmula infantil pero en menor cantidad. En cuanto a los cereales, puede tomarlos con su leche habitual, en el biberón o en la papilla, pueden ser de 1 hasta 5 cereales. Habitualmente, se suele dar la crema de arroz y es importante no darles los que llevan miel.
En cuanto a las frutas, se puede dar plátano y manzana rallada. Respecto a los purés o potitos, se recomiendan los que contienen pollo, ternera, arroz, zanahoria y patata. El pescado blanco no se recomienda antes de los 10 meses. Otros alimentos que suelen tolerarse bien son el yogurt natural, el jamón de York, el pan, la tapioca o las galletas.
Lo más importante siempre es que el bebé tome suficiente agua o solución de rehidratación.
Las causas más comunes son las infecciones virales, sobre todo, adenovirus, norovirus y rotavirus. La diarrea por rotavirus suele acompañarse de irritación de la zona del ano y del área del pañal. El color amarillo de la diarrea es un color habitual. Sobre todo hay que vigilar que la diarrea no se acompañe de moco o sangre. No suele ser necesario hacer análisis de laboratorio ante la sospecha de gastroenteritis viral que curse con diarrea amarilla.
El color verde de una diarrea no implica ningún signo especial de alarma en los bebés y niños pequeños. La causa es que, con la diarrea, se acelera mucho el paso de los alimentos por el intestino y, así, no da tiempo a que la bilis se transforme, con lo que las deposiciones del bebé aparecen de color verde. Es especialmente frecuente en la diarrea del lactante provocada por rotavirus, aunque también puede aparecer cuando un niño tiene intolerancia a algún alimento como la lactosa.
En los bebés menores de un año siempre se recomienda visitar al pediatra antes de suministrarle algo por tu cuenta porque los bebés tienen el aparato digestivo poco desarrollado y podrían lastimarlos ciertos alimentos.
Entre la comida que se aconseja está el yogurt (es el más recomendado en los casos en que la diarrea aparece por los efectos secundarios de un tratamiento antibiótico), la zanahoria y la manzana.
La diarrea causada por un virus o por otras infecciones es muy contagiosa. Son muy importantes las medidas de higiene como lavarse las manos propias y las del niño con agua y jabón cada vez que vaya al baño o le cambie el pañal.
En cuanto a los medicamentos no existe ningún antidiarreico que haya probado seguridad y eficacia contra la diarrea causada por virus. Hay que tener en cuenta, además, que los antibióticos pueden hacer que la diarrea empeore porque pueden interferir con las bacterias buenas que viven en el intestino.
Nunca se debe administrar a un niño medicamentos para contrarrestar la diarrea sin consultar antes con el pediatra. En general, el mejor tratamiento para la diarrea es evitar la deshidratación, dándole al niño una gran cantidad de líquidos.
Reconocer los primeros signos de una deshidratación. Cuando la pérdida de peso llega o sobrepasa el 10 % del peso del bebé, aparecen los signos de deshidratación: ojos hundidos y con ojeras, fatiga al respirar, hipotonía (flacidez muscular), lengua seca y fontanela (separaciones en el cráneo del bebé) deprimida.
Dar inmediatamente una solución de rehidratación oral para evitar una deshidratación aguda. Darle únicamente agua a un bebé que se deshidrata no acaba con la deshidratación, ya que hace falta darle inmediatamente una bebida hidroelectrolítica. Esto evita una deshidratación aguda.
El suero oral debe darse a todos los niños que presenten heces líquidas para evitar las complicaciones de la deshidratación. Hay que diluir un sobre de la solución en polvo en un biberón de agua de 200 ml. Al principio la solución se le da al bebé cada 5 o 10 minutos y después se va espaciando progresivamente cada 15 o 30 minutos.
La ingesta de sólidos se recomienda pasadas 4 horas de la toma de la solución oral. La dosis de suero oral se calcula a razón de 10 ml/kilo y debe administrarse después de cada hez líquida. Es importante consultar de urgencia al médico cuando aparezcan síntomas de deshidratación.
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