La masturbación es una práctica normal. La frecuencia de la masturbación varía según cada persona.
Algunas personas se masturban todos los días o sólo ocasionalmente mientras que otras no se masturban nunca. La masturbación no tiene ninguna consecuencia negativa para la salud.
No se puede establecer una frecuencia de masturbación exacta para todas las personas.
Existen factores que influyen en la frecuencia de la masturbación en las personas adultas:
Culpabilidad, vergüenza, baja autoestima, vulgar y sucia son algunas de las palabras que ilustran todavía y con demasiada frecuencia la masturbación femenina. Muchas mujeres que practican la masturbación, o aquellas a las que le gustaría practicarla, se sienten avergonzadas cuando la practican. Sin embargo, las mujeres empiezan a aceptar poco a poco la idea de que la masturbación las puede ayudar a ser más felices. La masturbación también puede ayudar a la mujer a sentirse más a gusto con su pareja durante las relaciones sexuales. La moda de los juguetes sexuales permite hoy en día abordar más fácilmente la masturbación femenina. Hay estudios que han revelado que las niñas de 12 o 13 años que no se han masturbado nunca podrían tener dificultades para descubrir el disfrute y el placer. Numerosos sexólogos estiman que una mujer que practica regularmente la masturbación tiene una vida sexual feliz.
Algunas se masturban estimulando su clítoris con los dedos o un objeto contra el cual se refriegan. Otras meten sus dedos o juguetes sexuales en su vagina. Otras experimentan placer con su clítoris y su vagina.
Los hombres se masturban habitualmente mucho antes que las mujeres y practican más a menudo la masturbación. La mayor parte de los hombres se masturban con un gesto mecánico que consiste en poner su mano alrededor del pene y realizar movimientos de va y ven cada vez más rápidos. Los hombres abordan más fácilmente que las mujeres la práctica de la masturbación La masturbación masculina permite quemar alrededor de 100 Kilocalorías.
La práctica de la masturbación mutua está incluída en la vida sexual de numerosas parejas. La masturbación que también se puede practicar a dos o mutuamente es una práctica corriente.
La masturbación puede ser nefasta si es muy frecuente e impide ocuparse y amar al otro.
Una práctica descontrolada de la masturbación (varias veces al día y más por manía que por placer) puede indicar un cuadro de compulsión que debe ser tratado por un especialista.
En este caso, la práctica de la masturbación puede evidenciar una alteración psicológica.