El llanto del bebé es probablemente lo más dificil de comprender y resolver para los padres, especialmente para las madres, sobre todo cuando se trata del primer hijo.
El lloro representa, a veces, una de las únicas maneras que tiene el bebé para comunicarse.
Los padres deben integrar la idea de que es normal que un bebé pueda llorar de vez en cuando.
Pero esta noción cada vez es más difícil de aceptar por parte de los padres que desean que sus bebés sean perfectos y que no lloren jamás.
Vivimos en un mundo en el que deseamos que todo sea lo más maravilloso posible. Así que el llanto de un bebé representa en este mundo idealista una anomalía que los padres a veces no aceptan .
Los padres no deben culpabilizarse por ver llorar a su hijo.
Es necesario comprender antes que nada que el llanto es un medio por el cual el bebé se expresa y que en la gran mayoría de las situaciones, este llanto no revelan ninguna anomalía importante.
El llanto puede aparecer por numerosas causas . Las causas más frecuentes son las benignas, sin importancia.
Numerosos pediatras y psicólogos afirman que los llantos de un niño testimonian, en su mayoría, la sana vitalidad del bebé.
Es difícil determinar si el llanto del bebé expresa una dolencia médica o psicológica, o si en realidad representa una forma de llamar la atención de la madre o de su entorno.
Hasta el 2º o 3º mes un bebé puede, en ocasiones, llorar cada día varias horas, hasta 3h. La duración del llanto irá disminuyendo con el paso de los meses.
No podemos citar todas las circustancias que puedan explicar los llantos del bebé. Éstas son las principales :
No hay que estar pendiente permanentemente del lloro del bebé y es mejor no inquietarse inútilmente. El bebé puede sentirlo: la angustia de los padres, especialmente la de su madre, le hará estar más inquieto y agravará su llanto.
Es indispensable tranquilizar al bebé y aliviarlo.
Pequeños gestos de sentido común, conocidos desde hace generaciones, bastan para calmar el llanto.
No desesperarse si el bebé llora sin parar, y no sacudirlo para calmarlo porque puede provocar El síndrome del niño zarandeado
.
Ni los analgésicos ni los traquilizantes deben administrarse al bebé que llora.
En ocasiones es necesario consultar a su médico cuando los llantos no ceden a pesar de haber realizado las medidas antes mencionadas.
La opinión del médico calmará a los padres y permitirá eliminar una posible causa médica.
El llanto del bebé puede expresar diversas angustias que en ocasiones están ligadas a un estado de fragilidad de la madre.
Por otra parte, algunas situciones familiares impiden a los padres atender al bebé cuando llora. En este caso los padres se ponen nerviosos, gritan y empeoran los llantos del bebé.
A veces es necesario, con la aprobación del médico que sigue al bebé, pedir la opinión de un especialista, pedopsiquiatra o psicólogo, que podrá ayudar a detectar ciertas situaciones que corren el peligro de enquistarse y agravar la situación familiar.
No olvidemos que el bebé siente todas las angustias de su madre .
Hablar de ello permite ayudar a los padres y al bebé.