La escleroterapia se utiliza en casos de varices pequeñas.
¡ATENCIÓN! La escleroterapia no impide la formación de nuevas varices.
Este método consiste en inyectar un esclerosante (líquido o espumoso) en la variz con la ayuda de una aguja fina. Esta sustancia provoca una fibrosis y un endurecimiento de la vena. Este tratamiento obstruye, reseca y hace desaparecer la várice. Las venas afectadas se disuelven y, en la mayoría de los casos, no dejan ninguna secuela. La sangre pasa a las otras venas (no varicosas).
La escleroterapia no es dolorosa y puede realizarse en un consultorio médico. No causa muchas molestias al paciente. En la mayoría de los casos, la escleroterapia no tiene ningún efecto secundario.
Las complicaciones durante una sesión de escleroterapia son poco frecuentes o no son peligrosas. El paciente no necesita descanso médico. El paciente puede retomar sus actividades inmediatamente. La microescleroterapia es una nueva modalidad de la escleroterapia, diseñada para el tratamiento de las "venas de araña".
Es recomendable que el médico evalúe el estado de la circulación venosa a través de una ecografía doppler o un ecodoppler. De esta manera, el médico podrá determinar si es necesario o no realizar una escleroterapia.