Estos medicamentos permiten reforzar la pared de las venas y, por lo tanto, permiten calmar algunos síntomas de las varices. Contribuyen a evitar la dilatación de las venas.
El consumo de estos medicamentos hace que esta enfermedad sea más llevadera al disminuir la sensación de pesadez y de fatiga a nivel de las piernas. Asimismo, los medicamentos venotónicos ayudan a disminuir el edema de las piernas. Contribuyen a calmar el malestar de la persona afectada en épocas de mucho calor.
Estos medicamentos no impiden una evolución negativa de la enfermedad ni tampoco hacen que las varices desaparezcan.
En algunos países el precio de los medicamentos venotónicos no es asumido por la Seguridad Social.
Los anticoagulantes impiden la coagulación de la sangre y, por lo tanto, evitan la formación de coágulos sanguíneos en el interior de las venas o de las arterias. Asimismo, evitan la extensión y la migración de un coágulo ya existente. Los anticoagulantes son utilizados para el tratamiento de las varices o para evitar la aparición de una flebitis.