Cuando hablamos del hierro sérico designamos la tasa de hierro que no está fijado a los glóbulos rojos sino que está circulando en el suero sanguíneo (o plasma). Esta tasa puede varias en ciertas circunstancias. Por ejemplo en el caso de la hemocromatosis (acúmulo de grandes cantidades de hierro en el organismo), la tasa de hierro sérico será muy importante. En cambio, a la inversa, en caso de anemia será muy baja. Una tasa normal de hierro sérico se situa entre 12 y 30 mmol/L o entre 65 y 180 mg/L (las tasas más bajas que una persona puede tolerar están en 11 mmol/L en el hombre, de 12,5 mmol/L en la mujer y de 18 mmol/L en los bebés).