La diarrea transitoria en los adultos se puede tratar con medicamentos de venta libre, que permiten aliviar este síntoma a menudo molesto y, en algunos casos, debilitante.
La elección de un determinado fármaco depende del estado de cada persona (mujeres embarazadas, tratamientos actuales para la salud). Pueden existir variaciones importantes y limitaciones de una administración. En general, se recomienda elegir los medicamentos que contienen un solo ingrediente activo y, por supuesto, respetar la dosis, la frecuencia de ingesta y la duración del tratamiento reportado en el prospecto o en el mismo paquete. No prolongues la administración de fármacos antidiarreicos por más de 2 días sin consultar antes con el médico.
Además de someterte a una cura contra la diarrea, no olvides las medidas de higiene y la nutrición esenciales para evitar la llegada de esta enfermedad, como lavarse las manos, beber agua regularmente, comer alimentos como arroz, plátano y limón, entre otros. Además de ser un soporte para el medicamento elegido, en algunos casos, esto puede eliminar el problema sin consumir algún tipo de medicamento (sobre todo en los casos más leves).
Leer con atención el folleto del medicamento es esencial para obtener información y asegurarse de seguir las instrucciones del tratamiento.
Algunos medicamentos contra la diarrea permiten retardar el tránsito intestinal mediante la reducción de las contracciones del intestino para reducir la cantidad y la frecuencia de las evacuaciones.
La loperamida es la base de la mayoría de los medicamentos sin receta. En caso de enfermedad grave del hígado, no debe tomarse sin haber consultado con el médico antes. Fatiga, mareos y somnolencia han sido reportados como efectos secundarios. Es posible tomar simeticona (que alivia los síntomas asociados con la acumulación de gas en los intestinos) cuando la diarrea se asocia con gas, distensión abdominal, dolor espasmódico y flatulencia. Este tipo de medicamento no debe utilizarse sin el consejo médico por personas que han sido diagnosticadas con enfermedades inflamatorias crónicas del intestino como rectocolitis hemorrágica (RCH) o enfermedad de Crohn.
Los absorbentes o protectores intestinales actúan directamente sobre el intestino para absorber los gases intestinales que produce. El uso de este medicamento no debe combinarse con otros tratamientos ya que puede reducir la eficacia.
La diosmectita (Smecta), el carbón activo o la atapulgita no deben tomarse en caso de estenosis (estrechamiento) del tracto gastrointestinal o en caso de expansión (parcial o total) del intestino grueso (megacolon). Las personas que están en reposo o cuya actividad física es reducida tampoco deben usar este medicamento. La opinión médica es necesaria antes de la ingesta.
Del mismo modo, fármacos con povidona o goma esterculia como ingrediente activo deben ingerirse después de haber consultado con un médico. Deben ser evitados por aquellos individuos que sufren de las enfermedades mencionadas anteriormente.
La fitoterapia y la homeopatía puede utilizarse como una ayuda para curar los fenómenos de la diarrea transitoria en los adultos.
El ácido láctico, levaduras y los probióticos son adecuados para la reconstrucción de la flora intestinal después de fenómenos como la diarrea. De hecho, ayudan a eliminar las toxinas, producidas por el crecimiento de bacterias nocivas en el intestino (como puede ser en el caso de la diarrea bacteriana o la diarrea del viajero). Sin embargo, para la diarrea aguda no se ha demostrado que estos elementos representen efectos importantes en el tratamiento de esta enfermedad en los adultos, mientras que en los niños son capaces de reducir los síntomas.
La diarrea bacteriana afecta principalmente a los viajeros errantes en busca de aventuras, sin embargo, se encuentran con que tienen que hacer frente a situaciones desagradables causadas por bacterias, parásitos que infectan a los alimentos y el agua. A menudo puede deberse por la falta de higiene y en climas calientes (como en el sur del mundo: India, China o África). De igual manera, el estrés del viaje combinado con el cambio de alimentación (tal vez demasiado picante) puede causar esta molestia.
Los casos graves de diarrea del viajero pueden causar la disentería, es decir, la diarrea acuosa, con pus o moco, acompañada de vómitos, fiebre y pérdida de una gran cantidad de líquidos. En tales situaciones, se recomienda una consulta médica y una hidratación prolongada.
Foto: © 9nong – Shutterstock.com