Los cálculos urinarios, que causan una litiasis urinaria, se forman por la aglomeración de cristales minerales que se acumulan en las vías urinarias. Ciertas recomendaciones dietéticas son válidas para todos los tipos de cálculos que varían según la naturaleza del mineral de uno o varios cálculos, para que sean oxálicos, úricos, fosfática o cistínica. Tratamientos medicamentosos o quirúrgicos son también a veces propuestos.
Es recomendado beber 2 litros al día que hay que distribuir a lo largo de las 24 horas con el fin de asegurar una diuresis de 2 litros al día. Esta hidratación permite una dilución de las orinas, situación que permite una disminución del riesgo de formación de cálculos.
El objetivo de la dieta de una litiasis oxálica consiste en disminuir el consumo de alimentos que contiene ácido oxálico y los que contienen glúcidos que favorecen la aparición de cálculos oxálicos.
Los alimentos que contienen muchos azúcares, como los pasteles y las mermeladas, así como ciertas verduras y frutas como las berenjenas, remolachas, apio, judía verde, plátano, dátil, higo y fresa no son aconsejados.
Las carnes, los pescados, los huevos, la leche, la mantequilla, los quesos, las verduras y todas frutas que contienen pocos azúcares como los limones, las naranjas, los pomelos son recomendados.
La dieta debe ser baja en harina y proteínas y ser rico en verduras verdes y baja en proteínas de animales y en alcohol. Hay que limitar los alimentos que aportan un ácido úrico como las menudencias y los embutidos así como ciertos pescados como el arenque y el atún.
Cuando las orinas se vuelven alcalinas, es aconsejado disminuir las verduras y las frutas y aumentar los alimentos de origen animal como la carne y el pescado.
Es aconsejado disminuir las aportaciones de los alimentos de fuerte contenido en calcio como la leche y el queso.
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