Fingir el orgasmo
Dos de cada tres mujeres admiten que han fingido tener un orgasmo
- ¿Por qué una mujer finge el orgasmo?
- Afianzar la relación de pareja
- Aumentar los vínculos entre ambos
- El problema de la inseguridad
- Excitarse fingiendo
- Los convencionalismos sociales
- Algunas mujeres se sienten culpables
- Un peligro al fingir orgasmos: bloquear los mismos orgasmos
- ¿Cuándo esta actitud se vuelve algo preocupante?
- Buscar las causas
- Saber más
Tener un orgasmo no siempre es una tarea fácil, pero más difícil aún es admitirlo frente a la pareja. Tener un orgasmo es casi un mito, aunque su capacidad para fingirlo hace que sus parejas vivan en una gratificante ignorancia.
¿Por qué una mujer finge el orgasmo?
Afianzar la relación de pareja
La razón principal es afianzar la relación de pareja y disminuir el riesgo de que su pareja le sea infiel. Hacer que la pareja se sienta seguro es lo más importante... Cuando se utiliza con moderación, esta simulación está lejos de ser un problema: parece incluso que podría aportar algunos beneficios en el seno de la pareja.
Para algunos hombres conseguir que su pareja alcance un orgasmo es el objetivo último, ya que es lo que le hace sentirse más viril. Este hecho puede comportar ciertas "ventajas": el hombre, si se siente más seguro, puede liberarse de inhibiciones y mejorar sus `actuaciones', tomando un rol más activo y audaz, lo que le podría provocar más placer a la pareja.
Aumentar los vínculos entre ambos
Si los vínculos entre la pareja son débiles y existe desconfianza entre ambos las mujeres simularán más sus orgasmos con el objetivo de que su pareja no les sea infiel.
El problema de la inseguridad
La inseguridad es una de las causas que más claramente se asocia a simular orgasmos. Para fortalecer una relación es la técnica más recurrente. En definitiva, se trata de una forma de "vigilancia", es decir, para evitar que se rompa la relación por una incompatibilidad sexual.
Excitarse fingiendo
Algunas mujeres fingiendo sentir mucho placer consiguen despertar su libido excitando su imaginación.
Los convencionalismos sociales
Algunas mujeres se sienten obligadas a mostrarles su satisfacción a sus parejas. Este hecho puede convertirse en un reflejo del patriarcado.
Algunas mujeres se sienten culpables
Muchas de estas mujeres que fingen orgasmos quieren terminar con esta mentira y recuperar la confianza en u pareja, pero no saben cómo hacerlo sin que ello suponga una crisis en su relación. Se trata de un doble sufrimiento: la frustración sexual puede llevarnos a sentirnos como si hubiéramos traicionado a nuestra pareja, lo cual puede repercutir en la relación.
Un peligro al fingir orgasmos: bloquear los mismos orgasmos
Imitando los orgasmos podemos terminamos provocando que éstos lleguen. Fingir el orgasmo durante las relaciones sexuales provoca una especie de desdoblamiento: simulando el placer, terminamos por inhibir las sensaciones. Cuando se toma un hábito como éste, es difícil desconectar después y concentrarse en tener el orgasmo real.
En una relación sexual, el placer va naciendo del aprendizaje en la pareja y en función de las reacciones del otro. Si se frena el placer, la pareja no recibirá las `señales' correctas y no aprenderá las respuestas adecuadas.
¿Cuándo esta actitud se vuelve algo preocupante?
Mientras una mujer finja sólo de forma puntual y esto no le impida llegar al orgasmo en otras ocasiones, no hay por qué preocuparse. Sin embargo, cuando fingir se vuelve algo sistemático puede provocar sufrimiento. Este sufrimiento va unido al sentimiento de frustración sexual por un lado y de traición hacia la pareja por el otro. Y, en cuanto hay sufrimiento, hay una disfunción que hace falta subsanar
Buscar las causas
Si no se ha tenido nunca un orgasmo seguramente el problema no venga de la pareja sino por un impedimento personal. Si se ha tenido antes pero con la nueva pareja no llega, el problema normalmente estará vinculado a él. En este caso lo más aconsejable es buscar ayuda de un profesional.
Lo mejor es acudir a un psicoterapeuta en el caso de la imposibilidad de orgasmo, o a un sexólogo, en el caso de una anorgasmia pasajera.
El objetivo es sacar a la luz las causas del problema, sean individuales o relacionales. No es aconsejable hablar de fracaso ante tu pareja: se debe intentar utilizar otros términos y explicar bien los sentimientos.