Aproximadamente el 40 % de niños en el mundo son expuestos al tabaquismo pasivo. Un estudio realizado por los investigadores de la universidad de Tasmania en Australia, publicado en marzo de 2014 en la revista de la sociedad europea de cardiología, reveló que los niños expuestos al tabaquismo pasivo presentaban un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares a la edad adulta.
El tabaquismo pasivo que corresponde a la inhalación involuntaria del humo exhalado por los fumadores alrededor de una persona que no fuma. Por ejemplo, en Francia provoca 3000 a 6000 muertos cada año en personas no fumadoras.
Los niños expuestos al tabaquismo pasivo presentan un riesgo importante de agravación o de aparición de asma, un riesgo de aparición de rinofaringitis y de otitis frecuentes. Por otra parte, el tabaquismo pasivo puede ser la causa de muerte repentina en bebés. La presencia de LTE4 en las orinas representa un elemento fiable de la exacerbación del asma en niños expuestos al tabaquismo pasivo. También recordemos que los hijos de fumadores se vuelven a menudo también fumadores cuando son adultos.
Investigadores de la universidad de la Tasmania analizaron los datos de 3776 personas durante 25 años en dos países, en Australia y en Finlandia. Los resultados mostraron que los niños expuestos al tabaquismo pasivo presentaban arterias de más edad, aproximadamente 3,3 años, con relación a su edad real, provocando un espesamiento promedio de 0,015 mm de su pared arterial en comparación a los niños no expuestos al tabaquismo pasivo. Esta anomalía provoca poco a poco el depósito de placas de ateroma en la pared de las arterias que puede luego causar una obstrucción que podría producir un mayor riesgo de infarto o de AVC en la edad adulta.
La exposición al humo de tabaco disminuye la posibilidad de dilatación de las arterias.
Los residuos del humo de los cigarrillos provocan un tabaquismo ultra pasivo. En efecto, la desaparición de la nube de humo producida por la combustión del tabaco permite a las partículas nocivas emitidas por la combustión permanecer un largo tiempo en suspensión en el aire, luego depositarse sobre todas las superficies del domicilio como las alfombras, pero también en los coches, incrustándose así durante meses. Los niños en la primera infancia son particularmente afectados cuando juegan en el suelo.
No fumar en casa ni en el coche es una medida primordial para evitar las consecuencias del tabaquismo pasivo en los niños.
En efecto, la tasa de partículas finas provocada por el tabaquismo en un coche es de 2 a 3 veces superior al nivel recomendado por la OMS. Por otra parte, los niños que no ven a sus padres fumar fumarán menos de adultos.