El asma es una enfermedad que se caracteriza por una inflamación de los bronquios, hiperrespuesta (irritabilidad de los bronquios) que puede desencadenarse por múltiples causas y obstrucción de la luz bronquial de forma reversible (estrechamiento que posteriormente puede desaparecer). También se la puede definir como una enfermedad inflamatoria de los bronquios. Es decir los bronquios, que son los tubos que conducen el aire hasta los pulmones, están obstruidos, estrechados
La crisis de asma característica: un asmático en crisis presenta dificultad para inspirar y espirar el aire contenido en sus pulmones. Una tos y un silbido característico acompañan a esta molestia y ponen de manifiesto una disminución en el calibre de sus bronquios. El diagnóstico de una crisis de asma cuando se presenta con todos estos síntomas es, en general, fácil de realizar. Desgraciadamente la gran mayoría de los asmáticos no presentan estas manifestaciones tan típicas.
Otras síntomas de asma, menos características, que retrasan su diagnóstico :
Muchísimas personas presentan durante años este tipo de manifestaciones y no son diagnosticadas como asma. La enfermedad se va agravando, y se convierte al cabo de los años en una insuficiencia respiratoria con consecuencias a veces graves y difíciles de controlar.
Su prevalencia (porcentaje de la población que tiene la enfermedad) es elevada y en adultos oscila entre el 3 y el 9%. La prevalencia de la enfermedad podríamos decir que es baja o intermedia, en comparación con la de los países centroeuropeos. Estudios actuales, estiman que dicha prevalencia estaría alrededor del 3-4%, siendo el doble para la población infantil.
Respecto a la distribución de la enfermedad por sexos, existe un predominio de la mujer sobre el hombre en la edad adulta, con una proporción de 2:1; siendo más igualada en la población anciana. En cambio en la edad infantil es más frecuente en niños que en niñas. Es más frecuente en los países desarrollados del primer mundo que en los subdesarrollados. Así en Africa existen países con una prevalencia de 0 y en países centroeuropeos puede alcanzar hasta el 10%.
Diversos estudios han mostrado que en los últimos 20 años la prevalencia de la enfermedad se ha incrementado. 300 millones de personas padecen asma en el mundo.
Se calcula que más del 50% de los asmáticos no está diagnosticado. Así pues, numerosas personas viven durante años con un asma que desconocen y por lo tanto no reciben ningún tratamiento apropiado.
La enfermedad asmática puede evolucionar en estos casos de forma insidiosa a lo largo de los años corriendo el riesgo también de poder agravarse y provocar un asma que invalide aún más a aquel que lo padece.
El asma es una enfermedad crónica y debe ser tratada de forma regular. Hay 2 tipos de tratamiento: el tratamiento de la crisis de asma y el tratamiento de fondo. El manejo de la crisis también debe ser conocido por los padres y por el niño siempre que éste sea capaz de comprenderlo, y se realiza a base de medicamentos inhalados para dilatar los bronquiosl, tales como el salbutamol o la terbutalina. Los corticosteroides también se pueden tomar durante unos pocos días, a dosis decrecientes. En caso de no mejorar la crisis a pesar de estos tratamientos correctamente realizados, el paciente tiene que ir al hospital para hacerse un tratamiento adicional. El tratamiento de fondo del asma son a base de corticosteroides inhalados como la beclometasona o budesonida, u otras moléculas como los broncodilatadores (Foradil) o anti-leucotrienos (Singulair).
No existe cura para el asma de forma permanente. Sin embargo, la crisis podría disminuir y desaparecer en algunos casos. Para ello, es esencial dejar de fumar y protegerse del tabaquismo pasivo. Además, se necesita tanto como sea posible evitar el contacto con el alérgeno en los casos de asma alérgica . Por ejemplo, es posible usar ropa de alergia a los ácaros de polvo en el caso de estos parásitos, evite el contacto con los gatos si usted es alérgico al pelo de los animales, etc. La educación del paciente o de sus padres es esencial y reduce la aparición de las crisis. Existen escuelas para educar a las familias con asma.
La alergia es uno de los elementos que pueden ser responsables del asma.Todos los alergenos pueden provocar asma: los ácaros, los pólenes, el látex, el moho, los insectos, los medicamentos, los anestésicos, los alimentos...