Hablamos de un desprendimiento de retina cuando una parte de esta membrana se separa del epitelio pigmentario que la sostiene debido a la interposición de líquido entre ambos. El desprendimiento de la retina es una afección grave que, de no ser tratada a tiempo, puede ocasionar ceguera.
Existen dos tipos de desprendimiento:
Fosfenos o percepción de destellos de luz que aparecen siempre en el mismo lugar. Miodesopsias (impresión de moscas volantes o voladoras). El paciente puede percibir una especie de velo o cortina a nivel del ojo. Si el desprendimiento de la retina ha afectado a la región macular, el paciente sufrirá una disminución de su agudeza visual.
El tratamiento del desprendimiento consiste en una intervención quirúrgica. La intervención quirúrgica consiste en realizar crioaplicaciones para formar una cicatriz alrededor del desgarro entre la retina y la coroides. Posteriormente, el cirujano inyectará una pequeña burbuja de gas expansivo para adherir la retina al epitelio pigmentario.