Reconstrucción mamaria después del cáncer de mama: El lipofilling

La técnica del lipolifting, llamada también lipoescultura o lipomodelado de los senos, consiste en la extracción de células grasas de una parte del cuerpo que presenta un exceso de grasa y que son inyectadas en los senos de la paciente. El lipofilling puede ser propuesto en lo sucesivo, según criterios muy precisos, a las mujeres que han sufrido una mastectomía después de un cáncer de mama con protocolos cada vez más fiables. En efecto esta técnica utilizada desde hace tiempo en la cirugía facial mejoró considerablemente, permitiendo obtener mejores resultados.

Indicaciones

En el marco de la cirugía reparadora después de un cáncer de mama y radioterapia, la zona de la ablación del tumor puede beneficiar una reconstrucción mamaria efectuando un lipofilling en el marco de un protocolo preciso.

Precauciones

Para poder realizarse esta técnica, las mujeres deben presentar un exceso de grasa significativo que permite el relleno de las zonas deseadas. En el marco de la cirugía estética de los senos, actualmente es recomendado proponer el lipofilling a toda mujer de menos de 35 años que presenta una mamografía normal de menos de un año.

Intervención

La duración de la intervención varía entre aproximadamente 40 y 90 minutos. Depende de la cantidad de grasa que se puede extraer para luego reinyectarla. Es a veces necesario efectuar una o dos intervenciones adicionales debido a la posibilidad de reabsorción de la grasa.

Ventajas

La intervención se efectúa de modo ambulatorio, en el transcurso de un día, mientras que las intervenciones más clásicas son técnicas quirúrgicas más pesadas que pueden necesitar entre 4 a 6 horas de anestesia general y una hospitalización entre 4 a 8 días.

Esta técnica no causa un rechazo ya que se trata de la propia grasa de la paciente. Y contrariamente a los implantes, ninguna rotura de prótesis puede aparecer.

El lipofilling da un aspecto muy natural, a la vista y al tacto, debido a la consistencia de la grasa. Las cicatrices al nivel de los senos son mucho menos visibles que en la colocación de una prótesis porque las incisiones son muy pequeñas, de una longitud de entre 2 y 3 milímetros. Las cicatrices efectuadas para extraer la grasa son de un tamaño inferior a un centímetro y son escondidos en los pliegues.

Por otra parte, no hay ninguna contraindicación durante el embarazo y la lactancia.

El lipofilling permite disminuir a menudo la redondez de las zonas sobre las cuales la grasa ha sido tomada. Los dolores postoperatorios, edemas y equimosis son menos importantes que en la colocación de implantes.

Inconvenientes

El inconveniente mayor es representado por la reabsorción parcial de la grasa inyectada que puede darse en las semanas siguientes a la intervención. En este caso, el pecho pierde poco volumen. Esta es la razón por lo que a menudo es necesario efectuar una segunda o tercera intervención.

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