Para realizar esta prueba de provocación bronquial inespecífica se puede utilizar la histamina o la metacolina.
Se utilizan diluciones de metacolina (agonista colinérgico) de 0,04 mg/ml que se van incrementando sucesivamente al doble, hasta un máximo de 200 mg/ml, utilizando suero fisiológico como control negativo. El paciente inhala la solución a volumen corriente durante un período de 2 minutos, comenzando por la solución control y siguiendo con las consecutivas concentraciones de metacolina a intervalos de 5 minutos.
La medición del FEV1 se realiza antes (basal) y 3 minutos después de cada inhalación. El test se finaliza cuando se objetiva una caída del FEV1 igual o superior al 40% con respecto a la observada tras la provocación con la solución control (suero fisiológico).
Esta prueba de provocación bronquial inespecífica se utiliza en el diagnóstico de pacientes con historia sugestiva de asma pero que en el momento de la consulta presentan una espirometría normal y por tanto no es factible un test de broncodilatadores. Un test negativo sugiere que el paciente no tiene asma.
También nos puede ayudar en el diagnóstico de pacientes con tos crónica, con espirometría normal. Un test negativo sugiere que el paciente no tiene asma.
Para el seguimiento de pacientes con asma (valora la posibilidad de reducir los corticoides inhalados) y en el seguimiento del asma ocupacional.
Antes de realizar la prueba debe suspenderse la medicación antiasmática (broncodilatadores, CGDS, anticolinérgicos) y los antihistamínicos. También hay que valorar si recientemente el paciente ha sufrido una infección respiratoria, vacunación contra la influencia o rubéola o una exposición a irritantes o alergenos.