La dermatitis actínica crónica es una fotodermatosis, es decir, una hipersensibilidad de la piel a la luz. De origen alérgica, la dermatitis actínica crónica afecta a más los hombres mayores de cincuenta años. Se manifiesta por la aparición de placas rojas y pruriginosas (actinoreticulosis) en las partes del cuerpo expuestas a la luz y por la aparición de una fotosensibilidad. Al final, la piel presenta una liquenificación, es decir, una pérdida de elasticidad. El tratamiento de esta fotodermatosis pasa por una exposición limitada a la luz solar.