La córnea es una fina membrana del ojo en contacto con el exterior. Al igual que los demás componentes del ojo, es muy frágil. A veces debido a un traumatismo, por pequeño que sea, o debido a ciertas enfermedades (queratocono) o una cirugía, la córnea puede sufrir un desgarro. Esta afección es muy dolorosa y, en general, cicatriza rápidamente (en 24 a 48 horas). Sin embargo, existe la posibilidad de que esta afectación sea más profunda y en estos casos es conveniente acudir a una visita con un oftalmólogo. El tratamiento se realiza por colirios antisépticos.