Un desgarro muscular, también denominado distensión de un ligamento, corresponde a la rotura de continuidad de las fibras musculares que componen un músculo. Las fibras de un tejido se desgarran debido a un movimiento brusco y repentino.
Aparece en la mayoría de los casos durante un esfuerzo físico intenso y provoca un fuerte dolor e inmovilidad. Un hematoma más o menos importante puede formarse como consecuencia del desgarro.
El desgarro muscular provoca: sensación de agrietamiento, chasquido, durante el ejercicio; dolor severo e intenso; inmovilización repentina, la distención de un ligamento va a provocar una parada inmediata del esfuerzo que se estaba realizando. Por tanto, es imposible para la persona movilizar el músculo de la zona afectada. La aparición de un hematoma en el área del desgarro.
El diagnóstico, en general, es fácil. El esfuerzo físico intenso se interrumpe en respuesta al desgarro muscular y el examen clínico pone en evidencia el dolor y la imposibilidad (o por lo menos la dificultad) en movilizar el músculo afectado. El diagnóstico puede ser confirmado por una ecografía de la zona o un escáner si es necesario, pero esto normalmente resulta inútil.
El tratamiento de un desgarro muscular se basa en: reposo prolongado durante varias semanas, con interrupción de las actividades físicas; administración de analgésicos para aliviar el dolor; sesiones de reeducación cuando el músculo esté curado, con el fin de aprender a moverlo con suavidad.
La actividad deportiva podrá ser retomada bajo supervisión médica. Sin embargo, para los atletas de alto nivel deberá ser gradual y necesitará tiempo antes de comenzar las competiciones con mas intensidad.
La prevención se puede hacer practicando un precalentamiento apropiado antes de comenzar la sesión de ejercicio físico. El calentamiento permite preparar al músculo para el esfuerzo que debe hacer después. Mantener una vida sana diaria: alimentación equilibrada, descansar lo suficiente (y con ello relajar los músculos) y beber antes, durante y después del ejercicio. Estas reglas de higiene de vida pueden prevenir las lesiones en general. También es importante realizar los ejercicios de estiramientos después del ejercicio. Esto ayuda a relajar los músculos, que estarán bien preparados para las sesiones futuras.
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