Una lesión de un menisco puede provocar dolores más o menos violentos localizados a nivel de la rodilla, hinchazón, pero también limitación de los movimientos a veces acompañadas por crujidos, incluso por un bloqueo total de la articulación. Es necesario reaccionar rápidamente con el fin de aliviar al paciente y permitir el buen funcionamiento de la articulación de la rodilla, restablecerla, pero también disminuir el riesgo de lesiones.
La primera medida después de la aparición de un traumatismo por ejemplo e incluso antes de haber consultado a un médico, es poner rápidamente la rodilla en reposo con el fin de evitar el apoyo de la pierna afectada y suspender toda actividad deportiva.
Enfriar la rodilla con hielo, colocado en un trapo o paño, permite disminuir la inflamación. Este enfriamiento de la rodilla puede ser realizado a diario, 2 a 3 veces al día, si el médico lo juzga necesario.
Es también aconsejado levantar la pierna si la rodilla tiende a hincharse. Medicamentos analgésicos e antiinflamatorios que permiten disminuir los dolores y la inflamación son a menudo recomendados como primera medida. Una intervención quirúrgica no parece ser necesaria inmediatamente cuando por ejemplo la rodilla no presenta signo de bloqueo. Una inmovilización por una férula puede también ser propuesta.
Medicamentos como el Paracetamol son a menudo prescritos.
Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos pueden también ser prescritos por el médico.
La prescripción de parches antidolores pueden representar una alternativa a los tratamientos por vía oral.
Los medicamentos condroprotectores son a veces prescritos porque permiten contemplar a veces una protección del cartílago cuando este es afectado por un fenómeno artrósico.
La rodilla puede ser a veces inmovilizada con la ayuda de una férula.
Sesiones de reeducación, a razón de una o dos sesiones semanales, son a menudo aconsejadas durante varias semanas.
Puede realizarse una movilización de la rodilla y ejercicios de fortalecimiento muscular así como electroterapia.
Evitar ponerse en cuclillas y practicar ciertos deportes como el footing, el tenis, el salto o el fútbol. Suelas amortizantes para la caminata son a veces aconsejadas. Una vigilancia regular durante algunos meses debe ser efectuada con el fin de asegurarse el mejoramiento de los movimientos. La persistencia o la agravación de los síntomas podrán necesitar una viscosuplementación, técnica que consiste en inyectar en la articulación ácido hialurónico con el fin de disminuir los dolores y mejorar la movilidad de la rodilla o una intervención quirúrgica.
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