El frenillo del pene o frenillo prepucial es un pliegue de la piel que une la cara inferior del glande con la superficie interior del prepucio y ayuda a contraer el prepucio sobre el glande.
El frenillo sirve para mantener al prepucio en su lugar, sobre el glande. Cuando el pene está flácido, ayuda a devolver el prepucio retraído a su posición normal. Además el frenillo contribuye a intensificar las sensaciones durante la actividad sexual, ya que constituye un área muy sensible del pene.
El frenillo breve es aquel frenillo demasiado corto que restringe e impide el movimiento del prepucio; este tipo de frenillo puede provocar molestias durante la actividad sexual. Es probable que un frenillo corto se desgarre durante una relación sexual causando dolor y sangrado. En general, esta situación no supone una urgencia médica y el frenillo suele curarse cuando la hemorragia ha finalizado. Sin embargo, la formación de tejido cicatricial fibroso lo acorta aun más. La condición puede ser tratada por frenuloplastía (cirugía plástica reparadora), frenectomía (eliminación), o circuncisión.
Esta rotura suele provocar un dolor indescriptible y un sangrado muy potente ya que esta zona tiene una irrigación sanguínea muy elevada. En ocasiones requiere de una operación o de puntos de sutura para unir el frenillo roto.
La mayoría de las veces este tipo de roturas aparecen durante una relación sexual o por problemas de frenillo corto. También en algunos hombres puede aparecer durante la masturbación, por bajar la piel del pene demasiado fuerte. La ruptura del frenillo durante el coito es más probable que aparezca en los hombres que tienen un frenillo corto y delgado.
Lo primero que se debe hacer es frotar la herida durante unos minutos. En ocasiones esto es suficiente para resolver el problema. En el caso de que haya sido una rotura total del frenillo es muy importante que se den algunos puntos de sutura en la unión de la parte que se haya roto.
Entre 2 y 4 semanas. Por prudencia, es mejor dejar 4 semanas de lapso de tiempo. No todas las roturas de frenillos son iguales: algunas roturas son parciales, es decir que tan solo se rompe una pequeña parte, es decir, el frenillo sigue unido. En ese caso no es necesario ni siquiera ir al médico: con dejar un tiempo de reposo, de recuperación, será suficiente para reparar cualquier microfisura del frenillo del pene.
No obstante, para evitar todo tipo de complicaciones, así como para evitar que se rompa el frenillo del pene, es recomendable asegurarse que su pareja sexual esté bien lubricada.
El principal problema de la rotura de frenillo es que cuando ocurre, si no se unen bien los extremos después de haber dado los puntos de sutura, pueden aparecer problemas de insensibilidad. Es decir, es probable que después de la recuperación el pene sienta mucho menos que antes.
Cuando un hombre nota que tiene problemas de estrechez del prepucio o tirantez en el frenillo (problemas de fimosis) es recomendable que se abstenga de mantener relaciones íntimas y resolver este problema antes de experimentar esta desagradable experiencia.
En algunas ocasiones la formación de tejido cicatricial fibroso después de una rotura acorta aun más el frenillo: en este caso se puede proponer un tratamiento con frenuloplastia (cirugía plástica reparadora), frenectomía (eliminación), o circuncisión. Este problema también pueden ser tratado por otros métodos como el uso de cremas con corticosteroides y la extensión manual del frenillo.
Cuando ha sido necesaria la cirugía después de la rotura del frenillo debe abstenerse de tener relaciones sexuales durante unos 20 días. Si el frenillo se rompe, pero la hemorragia se ha conseguido detener sin intervención quirúrgica, se deben evitar las relaciones sexuales durante unos 10 días y desinfectar la herida para que se pueda obtener una curación completa. Antes de mantener de nuevo relaciones sexuales completas se recomienda empezar con la masturbación para ver cómo responde.
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