Después del parto, la madre puede presentar un episodio depresivo más o menos intenso. Durante los primeros días puede aparecer una tristeza que cursa con síntomas como el llanto, trastornos del sueño y falta de confianza en una misma. Es transitoria. En su forma más intensa de la depresión postparto pueden aparecer síntomas más profundos (una falta de interés en el niño y pensamientos suicidas). Puede llegar a durar hasta 1 año y requiere de un seguimiento con psicoterapia.