La depresión después del parto

Después de nacer el bebé muchas madres pueden experimentar una gran tristeza que puede provocarles una gran desesperación, ya que desean y quieren mucho al nuevo miembro familiar. Pero, inexplicablemente y sin razón alguna, este nuevo ser no le provoca la felicidad ni el éxtasis que esperaba. Lo que esa madre tiene es la llamada "depresión postnatal".

Una patología frecuente

El embarazo y el parto pueden ser detonantes cuando hay una predisposición genética a manifestar depresiones. Es una de las enfermedades más frecuentes tras el nacimiento del nuevo hijo: afecta a una de cada diez mujeres. Para ella puede ser difícil reconocer que está deprimida, porque no se da permiso para sentirse así, sobre todo si el niño nació sano. Pero, sin duda alguna, hay una baja de ánimo evidente y una irritabilidad con los otros hijos y con el marido.

Síntomas

La madre deprimida tiene dificultades para establecer las nuevas rutinas requeridas para atender al bebé: tiene la percepción de que no alcanza a hacer nada bien. Siente fatiga y está muy cansada.
El cuadro clínico que aparece se parece al de cualquier depresión: tristeza, falta de voluntad, falta de interés por cosas que antes le llamaban la atención, imposibilidad de hacerse cargo del bebé porque no sabe qué hacer, sentimiento de culpa y reproches. También puede aparecer una tendencia a permanecer acostada la mayor parte del día, insomnio o exceso de sueño, anorexia o hiperorexia (ansias de comer en exceso).

¿Cuándo aparece la depresión postparto?

Para que sea catalogada de depresión postparto debe aparecer en un lapso corto de tiempo después del parto, para diferenciarla de otro trastorno. Existe una cierta controversia respecto a cual es este plazo de tiempo que puede ir, según los especialistas, entre un mes y tres meses". La depresión postparto, generalmente, empeora día tras día. De ahí la importancia de detectarla lo antes posible para tratarla rápidamente y evitar sus consecuencias.

¿Quién suele detectarla?

Muchas mujeres que padecen depresión postparto ni siquiera saben que tienen esta enfermedad: a menudo son sus familiares, su marido y sus hijos, quienes sí se percatan de esta situación. El apoyo de ellos es fundamental para que la mujer supere su trastorno y no tenga culpas, como por ejemplo, sentir que es una mala madre.

Tratamiento

El tratamiento para la depresión después del parto con frecuencia incluye medicamentos, terapia o ambos. La lactancia influirá en qué medicamentos le recomiende el médico. Es posible que la remitan a un especialista en salud mental. La terapia conductual cognitiva (TCC) y la terapia interpersonal (TIP) son tipos de psicoterapia que a menudo ayudan para la depresión posparto.
Los grupos de apoyo pueden ser útiles, pero no deben reemplazar a los medicamentos y a la psicoterapia.
Tener un apoyo social bueno de la familia, los amigos y los compañeros de trabajo puede ayudar a reducir la gravedad de la depresión postparto. Sin tratamiento, la depresión posparto puede durar meses o años.
La medicación también puede ser de mucha ayuda. Se cree que los cambios hormonales pueden causar depresión posparto y los tratamientos pueden intentar corregir los desequilibrios hormonales o tratar cambios relacionados con la depresión en la configuración química del cerebro. Si está amamantando, su médico puede ayudarla a comprender cuáles son los medicamentos que con menos probabilidad afectarán a su bebé.

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