El postparto o puerperio corresponde a las horas o los días que siguen al parto.
También conocido con el nombre de cuarentena, el postparto o puerperio es el periodo de tiempo que va desde el parto hasta las 6 u 8 semanas después del nacimiento. Durante este lapso, el cuerpo de la mujer vuelve a la normalidad, los órganos implicados en el embarazo y en el parto vuelven a su situación anterior.
Después de dar a luz, la madre vuelve a la habitación donde debe seguir una serie de controles. Se toman los signos vitales cuatro veces al día. Además de la pérdida de peso que conlleva el parto (suelen perderse entre 5 y 6 kilos), el postparto representa una pérdida adicional de 2 a 3 kilos que se debe, sobre todo, a la eliminación de los líquidos retenidos durante el embarazo.
La zona genital debe protegerse y cubrirse con toallas sanitarias. El aseo de la zona del perineo (suelo pélvico) se debe realizar con soluciones jabonosas y antisépticas, como mínimo, dos veces al día —especialmente, después de evacuar— y siempre debe hacerse de adelante hacia atrás (de la vulva hacia el ano) para evitar la contaminación con las heces. En las horas posteriores al parto se puede aplicar frío local que disminuye la hinchazón y el dolor de la episiotomía (incisión antes del parto).
La dieta debe ser completa y las madres que dan de lactar a sus bebés deben consumir más leche o sus derivados, así como abundantes líquidos. Durante la lactancia no se debe realizar ningún tipo de dieta para perder peso.
Utilizar fajas no ha demostrado que sea eficaz para prevenir la flacidez de la pared abdominal o que favorezca la involución del útero, pero algunas mujeres las utilizan y no están contraindicadas.
La madre debe levantarse de la cama lo más pronto posible una vez que haya terminado el efecto de la anestesia porque así disminuyen los problemas, como la trombosis venosa, el embolismo pulmonar, el estreñimiento y la retención urinaria, además se favorece la recuperación del estado general más rápido.
Los ejercicios suaves para recuperar la figura pueden iniciarse entre la segunda y la tercera semana, si el parto fue normal. Para los ejercicios más intensos se debe esperar a la primera visita postparto a las 3 semanas.
El postparto inmediato corresponde aproximadamente a las dos horas posteriores al parto, periodo durante el cual aún existen numerosos riesgos para el bebé y la madre. La observación en la sala de partos permite comprobar que no se producirá ninguna complicación. También permite verificar que el útero se contraiga bien con el fin de controlar un posible riesgo de hemorragia, vigilar las pérdidas de sangre, verificar la tensión arterial, controlar la sutura y la temperatura, la frecuencia cardiaca y la funcionalidad del intestino, supervisar la expulsión de la placenta y examinar las mamas y los pezones (importante para la lactancia). Si durante el parto hubo una pérdida excesiva de sangre, se mide la concentración de hemoglobina. También hay que comprobar si no hay fiebre, dolores al orinar, vértigos o náuseas y alimentar al bebé.
El puerperio mediato o precoz va de los 2 a los 7 y 10 días después del parto. Durante este periodo empieza la involución genital (retorno al estado de reposo) de la mujer, la aparición de los loquios (secreciones vaginales después del parto) y la subida de la leche materna.
Comprende el periodo de tiempo desde el día 11 hasta el día 45 después del nacimiento. Durante esta etapa concluye la involución del útero, si no hay lactancia regresa la regla y se recupera el peso que el útero tenía antes del embarazo (unos 60 gramos).
Los productos eliminados durante el puerperio se llaman loquios. En los primeros tres días, están formados por sangre y vernix (loquios sanguíneos o rojos). En el cuarto y quinto día, la cavidad del útero es invadida por gérmenes, que determinan un aflujo de leucocitos. En este período los loquios están constituidos por glóbulos blancos y gérmenes (loquios suero-sanguíneos). A finales de la primera semana, la cavidad uterina aparece limpia debido al material necrótico. Inicia así la regeneración del endometrio, mientras que los loquios adquieren un aspecto opalescente (loquios serosos). La regeneración se extiende gradualmente. Los loquios disminuyen de intensidad y adquieren una textura más densa y un color entre blanquecino y amarillento (loquios blancos).
Los loquios desaparecen a la tercera semana del puerperio, pero las hemorragias que se prolongan más de tres semanas o que desprenden mal olor necesitan una consulta médica de urgencia. Es importante comprobar la temperatura durante 4 o 5 días después de la salida del hospital para verificar la ausencia de una infección.
Suelen persistir entre 10 y 15 días. Son cada vez menos intensos hasta desaparecer al cabo de una semana aproximadamente. Una consulta con el médico es obligatoria si estos dolores persisten más de 10 días. Durante la lactancia, los dolores del útero son más importantes en el curso de los primeros días, ya que favorece la contracción del mismo.
La aparición de incontinencia urinaria después del parto es un fenómeno corriente. El perineo (conjunto de músculos que sostienen la pelvis y la vejiga) estirado y herido por los esfuerzos efectuados durante el parto, los numerosos empujes, el paso del bebé y la episiotomía pueden provocar la aparición de esta incontinencia urinaria. La reeducación del perineo se efectúa a las 4 o 6 semanas después del parto.
La aparición de cansancio después de un parto no tiene porque preocupar a la madre. Este cansancio afecta a la totalidad de las mujeres que acaban de dar a luz. El parto, la llegada del bebé, la falta de sueño y la lactancia contribuyen a este cansancio, por lo que es importante descansar después de un parto. Hay que intentar acortar las visitas de la familia y los amigos, por ejemplo.
Es frecuente estar estreñida durante varios días después del parto, pero es necesario hacer un tratamiento si la constipación persiste más días. Los puntos de sutura no se pueden soltar y no tienen por qué impedir sentarse en el escusado.
La aparición de hemorroides es frecuente. Los esfuerzos realizados durante el parto han requerido el uso de los músculos y de las venas.
La primera menstruación después del parto es la primera regla que tiene la mujer después de haber dado a luz. La primera regla aparece al mes siguiente del nacimiento del bebé, si la madre no lo amamanta. Se produce más tarde, entre 3 y 6 meses después del nacimiento del bebé, si la madre da el pecho. A veces aparece una pequeña regla dos semanas después del parto.
Las relaciones sexuales no se aconsejan hasta pasadas 4 a 6 semanas después del parto
Es posible quedarse embarazada rápidamente después del embarazo. Más del 90 % de las mujeres no ovulan antes del regreso de su menstruación, pero alrededor del 10 % de las mujeres pueden ovular durante las primeras semanas después del parto. Es difícil determinar con precisión la fecha de la primera ovulación después del parto. Puede producirse una ovulación justo después. Es necesario utilizar preservativos, ya que la contracepción no se puede empezar inmediatamente después del parto.
Para las mujeres que no dan pecho, es preferible evitar tomar pastillas anticonceptivas hasta el regreso de la menstruación. Se aconseja recurrir a otros anticonceptivos, por ejemplo, los espermicidas (gel, esponjas, óvulos) o los preservativos.
Para colocar un dispositivo intrauterino (DIU) se aconseja esperar el regreso de la menstruación y que el útero recobre su forma habitual. La colocación del DIU no está indicada si se desea tener un segundo niño rápidamente.
Para las mujeres que dan pecho, la píldora estroprogestativa está contraindicada durante el período de lactancia. La micropíldora (pastilla que contiene progesterona microdosificada) está autorizada a partir de los 10 días siguientes al parto. Sin embargo, a veces puede conllevar una disminución de la cantidad de leche materna y hemorragias. Se tiene que tomar siempre a la misma hora.
Es indispensable pedir el consejo de la comadrona o del médico antes de volver a utilizar un método de contracepción.
Los baños y las duchas vaginales no se aconsejan durante algunas semanas, a causa de las hemorragias, situación que confirmaría la persistencia de la apertura del cuello del útero y podría conllevar una infección. Hay que elegir un jabón de PH neutro y realizar una limpieza después de cada micción. Se recomienda enjabonarse, aclarar bien la zona y secarla bien con papel o con un secador. La presencia de hemorroides contraindica la utilización de un secador.
Muchas mujeres tienen problemas de depresión después del parto. Suelen aparecer síntomas de tristeza, ansiedad y cansancio que les impiden realizar los cuidados del bebé y de sí mismas. La tristeza postparto puede aparecer entre el 40 % y el 80 % de la mujeres. También pueden aparecer ganas de llorar, preocupación e inseguridad.
La tristeza suele manifestarse unos días después del parto y suele mejorar de forma espontánea en una o dos semanas. Cuando estos síntomas son muy intensos o persisten durante más tiempo, hay que pensar en una depresión. Se calcula que un 10 % de las nuevas mamás desarrollan depresión postparto, aunque esta patología podría estar más extendida. El 50 % de estas mujeres ya habían tenido algún síntoma durante la gestación.
Entre sus causas se pueden encontrar una combinación de factores hormonales, medioambientales, emocionales y genéticos. Se trata como cualquier otra depresión, aunque en caso de que los síntomas sean muy leves se puede esperar mientras se observa cómo evoluciona. Cuando los síntomas son más severos se puede recomendar una psicoterapia acompañada o no de medicación antidepresiva.
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