Las ampollas de sangre pueden aparecer en caso de frotamientos importantes y prolongados (en particular en los corredores de carreras descalzos que corren en tiempo húmedo). Se distinguen de las ampollas habituales (que normalmente están llenas de un líquido claro) por su profundidas y por el dolor aún más importante que provocan. Las ampollas de sangre son más difíciles de perforar y vaciar pero de todas formas es mejor no tocarlas y aplicar unicamente una compresa embebida en alcohol encima.