Un sangrado por el oído (o otorragia) puede tener diversos orígenes pero el más grave de todos ellos es la perforación del tímpano. Con más frecuencia el sangrado del oído es debido a una pequena herida de la piel del oído externo provocado por una limpieza demasiado agresiva o por un rascado excesivo. En cambio, si el sangrado se acompaña de una evacuación de pus el origen más probable es una otitis bacteriana, que es generalmente muy dolorosa, pero que suele calmarse cuando el sangrado del oído aparece.