Una congestión cerebral se define por una alteración de la circulación sanguíea a nivel del cerebro. Esta perturbación puede provocar dolores de cabeza, vértigos y diferentes transtornos (de la visión, de la palabra, del equilibrio). Puede aparece a causa de una ateroesclarosis (acumulación de cuerpos grasos en las arterias), de una migraña, de una embolia cerebral asociada a una afección cardíaca o de una hipertensión. El tratamiento varía según la causa y el paciente. Se basa sobretodo en la administración de medicamentos (antibióticos, vasodilatadores, antiagregantes plaquetarios) y en una correcta rehidratación.