Actualmente, para muchos hombres y mujeres, los momentos de intimidad sexual se efectúan cuando se tiene tiempo. Y muchos se quejan de una falta de deseo que afecta considerablemente la relación de pareja.
¿Existe una relación entre el tiempo y el deseo? Entre los cuidados del bebé, las cenas con amigos, las compras, el footing del domingo y las series TV, el tiempo para el amor es cada vez menor.
¿Por qué hacer el amor no formaría parte de todas estas cosas que se prevén, se anticipan y se organizan? Se recomienda encontrar un momento para dedicar a su pareja, favorecer la intimidad sexual, y así volver a encender la llama del deseo. El deseo se mantiene de manera continua, no se improvisa siempre y se necesita tiempo y espacio.
Para eso, hay que comenzar con un aprendizaje: se trata de reservar 1 o 2 horas regularmente (1 vez a la semana para empezar). No son horas perdidas sino horas ofrecidas a la pareja y a la relación. Durante este tiempo, la pareja va a retomar contacto progresivamente uno con otro, por experiencias sensoriales (mirar, acariciar, tocar y sentir al otro) que van a acelerar el deseo y la excitación sexual.
La comunicación es también muy útil en la pareja, ya sea verbal o no, guiar al otro en su propio deseo y escuchar los deseos de la pareja permite estar en armonía. La pareja se abre a la sensualidad y a la sexualidad nueva favorable para el equilibrio de la pareja.
Pero es el aprendizaje del deseo a diario que deja sitio a las escapadas eróticas que sazonan la vida sexual.
A veces un acontecimiento como la llegada de un bebé, una infidelidad o un accidente puede alterar el equilibrio de la pareja. Esto puede ser una baja de la libido, sin causa identificable. No siempre es fácil encontrar un tiempo para estar en pareja. La sexoterapia, solo o en pareja, es completamente indicado y propone un acompañamiento en el descubrimiento de sí y de su sexualidad. También permite comprender el funcionamiento de la pareja y los elementos que alteran la vida sexual.
El sexólogo efectúa un análisis de su historia de vida. También puede proponerle ejercicios a realizar en casa, solo o en pareja. Todo esto se hace progresivamente por etapas. Gracias a este seguimiento, la pareja encuentra un nuevo impulso y una sexualidad más plena.