Tanto la foliculitis como la forunculosis son infecciones dermatológicas frecuentes que aparecen en cualquier parte del cuerpo a cualquier edad.
La foliculitis es una inflamación de la superficie del folículo del pelo en la piel del cuerpo. Es más común en la cara, el cuello, las nalgas y los muslos.
La foliculitis se presenta como pequeñas, redondas y ligeramente elevadas espinillas llenas de pus o pústulas que se forman alrededor de los folículos pilosos. Las zonas afectadas suelen causar molestias leves y las lesiones infectadas se hinchan y duelen.
La foliculitis también puede afectar a la zona de la barba y al cuero cabelludo (a lo largo de la línea de implantación frontal). En el cuero cabelludo, la foliculitis se manifiesta en forma de pústulas (pequeñas ampollas con pus en el interior) que generan mucha comezón.
La foliculitis aparece como consecuencia de la infección de la piel por distintos tipos de bacterias, hongos y levaduras.
La bacteria staphylococcus aureus es la principal causa de foliculitis. La infección producida por esta bacteria se denomina foliculitis estafilocócica.
La levadura pityrosporum ovale produce una infección similar al acné denominada folliculitus pityrosporum.
Los hongos causan foliculitis micótica, una infección contagiosa.
Otras causas de la foliculitis son las lesiones o daños en el folículo del pelo debido a la fricción de la ropa ajustada o como consecuencia del afeitado.
Se aconseja evitar el afeitado o la depilación de las zonas afectadas para eliminar cualquier rastro de foliculitis de la piel.
Los forúnculos se tratan con soluciones antisépticas (permanganato potásico al 1/10.000, sulfato de cinc o cobre, polivinilpirrolidona yodada o clorhexidina) o cremas antibióticas con ácido fusídico, mupirocina o gentamicina, dos veces al día durante diez o doce días.
Tanto el dolor como la inflamación de los forúnculos mejora con la incisión quirúrgica en sentido vertical y el drenaje posterior. No obstante, la gravedad de la infección, la situación general del enfermo o la localización de las lesiones hará necesaria la administración de un tratamiento sistémico.
El ántrax, a diferencia de los forúnculos, requiere un tratamiento antibiótico sistémico e inmediato, asociado al drenaje quirúrgico de la lesión.
El tratamiento con antibióticos sistémicos comprende la toma de cloxacilina 500 mg cada seis horas durante siete o diez días, según la gravedad del cuadro, así como la administración de amoxicilina-ácido clavulánico 500 mg cada ocho horas.
La foliculitis también se trata con eritromicina 15-20 mg/kg diarios, repartida en cuatro dosis iguales diarias o con ácido fusídico 250 mg cada doce horas.
Si el médico lo considera necesario, prescribirá cefalosporinas de primera generación (cefalexina, cefradina y cefazolina) para tratar infecciones por S.pyogenes, aunque también son útiles en infecciones comunitarias causadas por Staphylococcus spp.
La foliculitis axilar se caracteriza por la aparición de un único o varios folículos en la misma región. La zona de piel infectada se inflama y produce picazón. También provoca un sarpullido, con lo cual, la piel adquiere un color rojizo.
La foliculitis axilar afecta a personas que frecuentan piscinas hidrotermales. En este caso, la infección aparece en la ingle y las axilas al cabo de cinco o seis horas de exposición.
Los casos leves de foliculitis se tratan con productos antibacterianos sin receta médica diseñados para eliminar y matar las bacterias dañinas de la piel, según MedicineNet.
Este tipo de productos antibacterianos se presentan en forma de jabones o limpiadores que contienen peróxido de benzoilo y clorhexidina. Se aplican directamente sobre la piel y requieren enjuagado con abundante agua. En algunos casos, estos productos pueden hacer que la piel se seque, por lo que también se recomienda el uso de una crema hidratante para ayudar a mantener la piel hidratada y saludable.
El tratamiento de la foliculitis pretende eliminar el agente causal e incluye la administración de medicamentos tópicos, antibacterianos o preparaciones antihongos.
El tratamiento dependerá del tipo de organismos que causen la foliculitis. En la mayoría de los casos, los agentes causantes son leves, de modo que la infección requiere la aplicación de un limpiador suave, Cetaphil antibacteriano, por ejemplo, mientras se toma un baño o ducha. Puesto que el limpiador puede resecar la piel, se aconseja el uso combinado de una crema hidratante suave como Cetaphil loción.
Algunos tratamientos más largos incluyen el uso de medicamentos tópicos combinados con antibióticos por vía oral o medicamentos antimicóticos orales para obtener resultados óptimos.
En ocasiones, el médico también prescribe antihistamínicos para reducir la inflamación y la picazón.
La foliculitis es una enfermedad frecuente en hombres y mujeres que se resuelve con el tratamiento de la depilación definitiva con láser. La depilación debe ser completa ya que mientras haya bello el problema no desaparece.
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