Durante el primer mes de vida, el bebé requiere unos cuidados especiales que le permitan adaptarse rápidamente y con éxito a la vida fuera del vientre materno.
El recién nacido a término o recién nacido sano, sin complicaciones ni patologías, es el nombre que recibe el bebé antes de cumplir un mes.
Durante las dos o tres primeras semanas de vida, el bebé experimenta una serie de cambios para adaptarse a la nueva vida fuera de su madre. Esos cambios son importantes y suponen todo un reto para el niño y sus padres.
El sinónimo de recién nacido es neonato.
A partir del mes de vida deja de ser recién nacido y pasa a ser lactante o, como normalmente se le conoce, bebé. Este mes es importante, de ahí que reciba un nombre y una atención especial. En este momento, el bebé atraviesa el periodo de adaptación y se atiende y vigila que los signos que presenta el recién nacido estén dentro de la normalidad.
El peso de un bebé que nace en la fecha prevista puede oscilar entre los 2.500 g y 4.000 g y medir unos 50 cm.
Un niño nacido entre la semana 37 y la semana 42 de gestación se llama recién nacido a término. Si nace antes de la semana 37 se llama pretérmino y después de la semana 42, postérmino. Estas dos últimas situaciones no son las ideales para el recién nacido porque puede sufrir algún problema de salud.
El nacimiento engloba dos momentos importantes: el parto y el período neonatal. El parto es el momento crucial del nacimiento mediante el cual el bebé sale al mundo exterior. Durante el periodo neonatal el bebé se acomoda y adapta a la vida extrauterina. En el primer mes, el bebé experimenta un cambio de temperatura corporal, de tipo de respiración y de alimentación, además de perder el cordón umbilical.
También se atienden y vigilan durante estas primeras semanas las posibles infecciones o lesiones que se hayan producido durante el parto.
Cura del cordón umbilical — Al dejar de recibir aporte sanguíneo, el cordón umbilical se cae pasados unos días. El tipo de cura depende del hospital en el que el bebé haya nacido, pues mientras algunos médicos recomiendan utilizar alcohol de 70 ºC, otros aconsejan limpiarlo con agua y jabón o dejar que se cure solo. Todas las soluciones son correctas siempre que no se utilice povidona yodada. Si el cordón umbilical huele mal o supura es necesario llevar el bebé al pediatra.
Cómo vestir al bebé los primeros días — Durante los primeros días hay que tener al bebé relativamente abrigado porque ellos no regulan la temperatura como los adultos y tampoco tienen la misma cantidad de grasa que pueda protegerles del frío. La temperatura del bebé se siente tocando la zona del cuello y la espalda, es la única forma de saber si tiene frío o calor.
El baño — Se desaconseja bañar al bebé todos los días porque el baño reseca la piel y elimina las bacterias naturales. Lo recomendable es bañar al bebé cada dos o tres días y hacer algún cambio de pañal con agua y jabón en los días que no tome baño. El agua debe estar a una temperatura adecuada (36 ºC) y después hay que secarlo y vestirlo rápidamente.
La crema después del baño — Debe aplicarse los primeros días, ya que en muchos casos los bebés cambian la piel. Al cabo de este tiempo, un bebé no necesita que le pongan habitualmente cremas, aceites ni talcos, según la Asociación Americana de Pediatría (AAP).
Cuándo cortar las uñas a un bebé — No hay una edad mínima para cortar las uñas de un bebé. Si el bebé tiene las uñas largas hay que cortarlas tenga la edad que tenga.
Cuidados de los ojos, las orejas y la nariz — Los conductos lagrimales del bebé no siempre funcionan bien y no limpian el ojo como debieran, de modo que si tiene legañas debes limpiarlas con una gasa empapada en suero desde dentro hacia afuera. Se aconseja emplear una gasa limpia cada vez. Si el bebé tiene cera, solo hay que limpiar la cera visible desde el exterior y no se deben usar bastoncillos. Los mocos de la nariz del bebé se limpian con suero fisiológico.
Cómo limpiar el culito de un bebé — Lo ideal es cambiar el pañal y limpiar el culito con agua y jabón, al menos, una vez al día. Es importante hacerlo desde los genitales hasta el ano, de arriba hacia abajo, para que las heces no lleguen a los genitales. Si después de limpiarlo no está irritado no hace falta poner nada.
Lavado de la ropa del bebé — La piel de los bebés es bastante delicada y suele responder fácilmente a cualquier agresión externa. Por ello se recomienda lavar la ropa del bebé por separado, aclararla bien y no utilizar suavizante, pues provoca muchas reacciones alérgicas en la piel (granitos, enrojecimiento, etc.). Conviene hacer lo mismo con sus sábanas y mantitas.
La costra láctea — Es un problema dermatológico y estético propio de los bebés lactantes. Se trata de una dermatitis seborreica que no produce ningún síntoma y que, como tal, solo se retira en caso de infección. Se recomienda retirarla con aceite de oliva, de almendras o de bebé, aplicándolo en la cabeza durante un rato. Ese masaje con aceite reblandece las costras que terminan por caerse cuando el bebé toma su baño.
Cortar o no cortar el pelo — En los primeros meses suele caerse gran parte del pelo del bebé y muchos se quedan prácticamente calvos, pero a los seis meses les empieza a salir el pelo definitivo. Cortarlo no hará que el pelo salga más fuerte pero si quieres hacerlo, utiliza tijeras de punta redonda.
El embarazo dura 40 semanas. Según la OMS, un niño es prematuro cuando nace antes de la trigesimoséptima semana de gestación.
No existe ninguna prueba que permita predecir con exactitud la posibilidad de parto prematuro y no se conocen sus causas aunque hay varios factores de riesgo: un parto prematuro anterior, embarazos múltiples con mellizos o trillizos, afecciones médicas crónicas (hipertensión o diabetes) infecciones, el estrés, el consumo de tabaco, alcohol y drogas.
El embarazo en una adolescente también es un importante factor de riesgo de parto prematuro.
Un reflejo es una respuesta automática, involuntaria y probablemente defensiva del individuo ante una supuesta agresión (como cerrar los párpados cuando algo viene hacia nuestros ojos). Cuando esta respuesta está mediada por el pensamiento se convierte en un acto voluntario y deja de ser un reflejo.
Nada más nacer, el pediatra examina los reflejos del bebé, como el impulso de caminar o el reflejo de succión y búsqueda del pezón. Salvo los de búsqueda y succión, que sí tienen una función específica (alimentarse), los demás reflejos no parecen servir para nada.
Los reflejos son un indicador de vitalidad.También demuestran que el sistema nervioso del recién nacido funciona bien.
Sin embargo, los primeros reflejos del bebé desaparecen con el tiempo (la mayoría, durante los primeros meses de vida). Esto indica que el bebé está evolucionando correctamente.
El estreñimiento en un recién nacido es muy peligroso para su salud, ya que si no se trata rápidamente puede causar un bloqueo intestinal que requerirá cirugía.
Asimismo, la presencia de este trastorno en un recién nacido es síntoma de un problema médico más grave. Por ello, no solo es importante detectar el estreñimiento sino también tratarlo.
Si el recién nacido muestra señales de dolor al evacuar está estreñido. Sin embargo, conviene saber que los bebés tienen que hacer fuerza para evacuar porque sus músculos abdominales todavía no están bien desarrollados. Por tanto, si tu bebé hace fuerza durante algunos minutos pero después evacúa heces normales, lo más probable es que no padezca estreñimiento.
Si crees que tu bebé está estreñido, anota la frecuencia de sus evacuaciones. Si el recién nacido no ha evacuado en los últimos cinco días debes llevarlo inmediatamente a un pediatra y si es menor de dos semanas de edad debes hacerlo si no lo ha hecho en los últimos dos o tres días.
Examina la materia fecal de tu bebé recién nacido: heces pequeñas y semejantes a bolitas o heces secas con poca o ninguna humedad indicarían que está estreñido.
Se aconseja aumentar el consumo de líquidos, de modo que debes ofrecerle el pecho o la fórmula con más frecuencia (cada dos horas).
Si el pediatra lo cree conveniente, puedes emplear supositorios de glicerina para lubricar la materia fecal.
Asimismo, masajea suavemente su vientre con movimientos circulares en la zona cercana al ombligo e intenta mover sus piernas como si estuviese andando en bicicleta.
Un baño tibio a tu bebé o una toalla facial tibia sobre la panza también ayuda a aliviar el estreñimiento.
Ahora bien, si ninguno de estos remedios alivia el estreñimiento de tu bebé, lo más aconsejable es que lo lleves al pediatra.
Foto: © Stephen Mcsweeny – 123RF.com