Muchas personas que padecen el síndrome de apnea del sueño necesitan utilizar un aparato que emita una presión continua de aire. Aproximadamente el 30% de los pacientes con apnea del sueño no aceptan este tratamiento. Otro grupo de pacientes aceptan el tratamiento pero no lo utilizan toda la noche como deberían. Esta negligencia impide que el tratamiento alcance los resultados esperados.
El éxito del tratamiento con CPAP (PPC) se basa en una educación terapéutica rigurosa que permita que el paciente y su familia, sobre todo la/el cónyuge, acepten el uso del equipo o aparato.
El médico tratante y el proveedor del aparato deben informar al paciente sobre el buen uso y funcionamiento del equipo. Esta información permite que el paciente se familiarice con el equipo y acepte usarlo.
El paciente debe aprender a colocar la máscara o mascarilla nasal de manera adecuada. Es necesario probar varias máscaras hasta encontrar la que se adapte mejor al rostro del paciente. Es necesario informar al paciente sobre las normas de higiene y las precauciones de uso.
Efectos secundarios no graves: irritación cutánea, enrojecimiento o sequedad de la piel que rodea la nariz, nariz taponeada, conjuntivitis.
Efectos secundarios de gravedad: hemorragia nasal, neumotórax, alteraciones del ritmo cardíaco.
Es necesario contar con los datos del proveedor del producto (máscara o mascarilla nasal) para poder resolver cualquier problema técnico.
En algunos países el precio del tratamiento con CPAP (PPC) es asumido por el sistema de Seguridad Social.