Objetivos del tratamiento
Los objetivos de los tratamientos son tratar, disminuir o prevenir los diversos síntomas de la Espondilitis anquilosante. Algunos de estos síntomas son: inflamación, dolor, anquilosis (rigidez) y otras posibles complicaciones.
Tratamientos sintomáticos
Los tratamientos sintomáticos son utilizados para calmar la inflamación y el dolor.
Antiinflamatorios no esteroideos (AINES)
El tratamiento a base de AINES tiene resultados muy positivos.
Analgésicos
Corticoides
La eficacia de los corticoides o poca o nula en el tratamiento de la espondilitis anquilosante.
Tratamiento de fondo
Principios del tratamiento de fondo
- Los tratamientos de fondo permiten combatir la enfermedad.
- Este tipo de tratamiento no actúa contra los síntomas de la enfermedad, es decir, no actúa contra el dolor ni contra la inflamación.
- La eficacia de este tipo de tratamiento se puede apreciar después de varias semanas.
- Por lo general, los médicos y pacientes recurren a este tipo de tratamiento cuando los tratamientos sintomáticos no logran los resultados esperados.
Medicamentos utilizados
- Metotrexato.
- Sales de oro.
- Sulfasalazina.
- Bioterapias y medicamentos anti-TNF alfa.
- Talidomida.
Tratamientos locales
También es posible recurrir a tratamientos locales tales como la infiltración de corticoides o la sinoviortesis (inyección de un producto químico o radioactivo en la articulación afectada).
Tratamiento físico
- Los tratamientos físicos permite prevenir la deformación de la columna vertebral.
- Las sesiones de kinesiterapia (vertebral y respiratoria) son muy recomendables.
- Asimismo, también se recomienda hacer ejercicios todos los días.
- Es recomendable que al descansar, el paciente se acueste siempre boca arriba.
- Los corsés de yeso o los correctores de postura son utilizados para disminuir las posturas incorrectas y, sobre todo, la cifosis dorsal.
- El uso de una ortesis plantar está recomendado para casos de talalgia (dolor de talón).
Tratamiento quirúrgico
Es posible recurrir a una cirugía en casos difíciles como:
- Un dolor insoportable en el talón.
- La inflamación persistente de una articulación que no disminuye a pesar de los tratamientos.