Practicar algún baile puede llegar a ser tan eficaz como un entrenamiento o ejercicio de cardio. El baile es una buena alternativa al gimnasio.
El baile moviliza grandes grupos musculares, algo que resulta muy positivo para diferentes enfermedades especialmente las patologías osteoarticulares, mejorando aspectos como la flexibilidad, la fuerza y la resistencia.
El baile no solo es una buena forma de combatir la obesidad y quemar calorías: representa un gran beneficio para las personas con problemas de rigidez articular o circulatorios, ya que estimula el flujo sanguíneo y el funcionamiento del sistema circulatorio.
La base de la danza es la confluencia de movimiento, equilibrio, ritmo y representación gestual. La danza es la actividad que requiere mayor sincronización y el ejercicio colectivo más sincronizado que existe.
Según muchas Sociedades Médicas su inclusión debe realizarse en lo que los médicos llamamos "estilos de vida cardiosaludables" como un integrante que va a contribuir a mejorar la salud física, y sobre todo en determinados grupos, como los ancianos.
El baile no entiende de edades, ni de clases sociales, ni de profesiones. El ejercicio físico aislado no consigue generar efectos visibles para la salud. Según los especialistas, con el baile bastan 30 minutos, tres veces por semana.
Cada vez más mayores se deciden a hacer sus pinitos o a recordar viejos tiempos al ritmo de pasodoble, fox-trot o bolero. Los jóvenes prefieren el funky o el baile moderno. Los más pequeños disfrutan con el ballet y la danza contemporánea: las clases de baile para niños se plantean más como un instrumento pedagógico (desarrollan la memoria, el oído musical y la expresión corporal). Para ellos, bailar es una forma amena de mejorar su equilibrio, la interrelación y el sentido del ritmo».
Si existe alguna enfermedad, antes de escoger algún tipo de baile se debe consultar con el especialista. El baile es una forma más de ejercicio físico y, como tal, requiere una supervisión que incluya la realización de pruebas diagnósticas complementarias y que huya de la práctica de ejercicios vigorosos que superen los niveles aconsejables.
Bailar, como la natación, no tiene edad: aporta ventajas a todas las personas que lo practican
Beneficio cardiovascular: facilita la circulación de la sangre y el tono de la piel. El sistema respiratorio y vascular también se benefician de esta actividad.
Mejora tu imagen: favorece el drenaje de líquidos y toxinas y la eliminación del exceso de grasas. Es ideal para quemar calorías. Combate el sobrepeso, la obesidad y los niveles altos de colesterol.
Corrige las malas posturas: bailar puede ayudar a corregir las malas posturas que adoptamos en la vida diaria y en el trabajo.
Fortalece los músculos: en el baile intervienen diferentes grupos musculares y aumenta la flexibilidad, la fuerza y la resistencia. Es muy positivo para personas que sufren de patologías óseas y rigidez de articulaciones.
Potencia la coordinación: mejora la agilidad, el equilibrio y la coordinación de movimientos. Es un buen ejercicio para el cerebro, mejora la concentración y la memoria.
Mejorar el aspecto físico: muchas de las posturas negativas derivadas de la vida sedentaria se corrigen con la danza. La cabeza y el cuerpo erguido y el paso armonioso mejoran la presencia física.
En edades maduras es recomendable para paliar los dolores articulares, la osteoporosis y prevenir el envejecimiento.
En los niños: puede ayudar a corregir trastornos congénitos y malas posturas. Como método pedagógico, les permite desarrollar el oído musical, el sentido del ritmo, la memoria y la expresión corporal.
Mejora las relaciones personales: es una excelente forma de superar la soledad y la timidez y establecer nuevas relaciones personales. Reduce el estrés: favorece la relajación y libera tensiones.
Potencia la autoestima: reduce la ansiedad y la depresión, ayuda a expresar las emociones y canalizar la adrenalina. Bailar levanta el ánimo. Fortalece la confianza: favorece la confianza en uno mismo y la claridad de pensamiento.
Es divertido: además de todos los beneficios físicos y mentales expuestos, lo mejor del baile es la diversión. Es prácticamente imposible bailar sin sonreír. La música consigue que se expresen los sentimientos y proporciona una alegría duradera.
La elección del tipo de baile dependerá de los gustos y del estado de salud. La danza del vientre es muy efectiva para las mujeres: sus movimientos suaves y ondulantes no sólo hacen desaparecer cualquier tensión física o psíquica, sino que favorecen el buen funcionamiento del aparato reproductor: fortalece los músculos de la vagina y mejora las molestias de la menstruación y la menopausia.
Los especialistas desaconsejan, por ejemplo, el flamenco en casos de desviación de columna, debido a los perjuicios que supone la vibración de los taconeos.
Los movimientos son insinuantes, sensuales y energéticos. Se utilizan todas las partes del cuerpo: la música y la danza forman una unidad indisoluble. Esto se puede ver en los bailes congos: makuta, garabato, yuca y maní; en la rumba cubana, en la bomba borinqueña, en el merengue dominicano y en el gagá haitiano, entre otros bailes afrocaribeños.
Este se baile se basa en la búsqueda de un equilibrio entre las danzas de origen africano con elementos de técnicas de danzas más modernas. Activa la concentración, peso, equilibrio y elasticidad a través de ejercicios en el suelo y en la barra.
Su principal objetivo es el trabajo del torso y el fortalecimiento de brazos y piernas. En este baile se utilizan coreografías propias de las danzas africanas. Es muy energético.
Esta danza nació en Brasil y es un arte marcial en forma de danza y, también,una forma de expresión. Es una combinación de saltos y patadas que se ambientan con música y cantos.
Es una danza que combina elementos tradicionales de Oriente Medio junto con otros del Norte de África. Los movimientos son principalmente de cadera. Según los diferentes países árabes se le conoce con diferentes nombre y los estilos también varían.
Esta danza no es fácil: hay que empezar aprendiendo las posturas básicas a las que se van añadiendo combinaciones de movimientos de caderas, hombros, brazos, muñecas y vueltas. No está indicada para personas que quieran hacer un ejercio rápido y energético.
El hip hop es un movimiento artístico y cultural que surgió en Estados Unidos a finales de los años 1960 en las comunidades afroamericanas y latinoamericanas. Es un baile que se fundamenta en el rap. Es muy energético y requiere mucho dominio del cuerpo.
El origen de la salsa se dice que es cubano, pero también se asegura que es puertoriqueño: El término se le dio en Nueva York en los años 70. Salsa es el nombre que habitualmente se utiliza para describir una mezcla de varios estilos de música cubana.
La forma de bailar la salsa por los cubanos es con movimientos cadenciosos de cadera y hombros. Tanto el hombre como la mujer giran uno alrededor del otro en ambos sentidos. El movimiento de brazos, piernas y caderas tiene mucho ritmo.
Un estudio publicado en dic 2007 por la Universidad de Washington en S.Luis, informaba que bailar tango mejora la movilidad en pacientes con Parkinson. Aparecen temblores, rigidez y dificultades para iniciar los movimientos que se desean.
Se descubrió que, tras veinte clases de tango, los pacientes quedaban agarrotados con menor frecuencia. Comparados con los pacientes que habían recibido clases de gimnasia, los bailarines de tango demostraron mejor equilibrio y mejores puntuaciones en las pruebas de levantarse y andar.
Empieza a implantarse en los gimnasios españoles. Es una mezcla de fitness y baile. Resulta de la combinación de espectaculares coreografías con una sesión de abdominales y estiramientos. Es una nueva forma de tonificar todos los músculos del cuerpo al ritmo tanto de sones africanos como latinos.
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