La piña es una fruta de origen americano que suele encontrarse en países tropicales y subtropicales. También es conocida como ananás en América Latina y contiene vitaminas B1, C y A, además de fibras, que son muy beneficiosas para la salud.
La piña se utiliza en el tratamiento de diversos problemas de salud, ya que es digestiva, antiinflamatoria y antibiótica. Su efecto depurador de la sangre ayuda a reducir inflamaciones, como los furúnculos, además de controlar el nivel de colesterol en la sangre y reducir la presión arterial.
La cáscara de la piña se utiliza también para combatir la tos, el dolor de garganta con inflamación y en el tratamiento de artritis y reumatismo. También ayuda a combatir la retención de líquidos, por lo que la piña mejora el funcionamiento de los riñones y es una buena aliada a la hora de perder peso y prevenir el envejecimiento.
Al ser diurética, la piña ayuda a eliminar líquidos y, por ello, es una gran aliada de las dietas de pérdida de peso. Además, al contener fructosa natural, la fruta reduce las ganas de comer dulces y provoca sensación de saciedad (una rodaja de 100 g de piña tiene tan solo 52 calorías).
La piña se puede consumir de forma natural, en zumo, a la parrilla e, incluso, utilizarse en la fabricación de dulces o batidos naturales.
El zumo de piña con jengibre es un potente adelgazante. Para prepararlo hacen falta 3 tazas de piña cortada, 250 ml de agua y media taza de jengibre picado. A continuación, hay que triturar los ingredientes en la batidora, echar el líquido en una cubitera y ponerla en el congelador para, después, echar algunos cubitos a un zumo natural o té helado adelgazante.
La piña con canela también se toma para perder peso. Se puede elaborar con piña a la parrilla y canela en polvo o en forma de té hecho con la cáscara de la piña y canela.
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