La urea es el producto resultante de la degradación de las proteínas llevada a cabo por el hígado. Filtrada por los riñones, la urea se elimina a través de la orina, como un residuo del organismo. Un cantidad elevada de urea en la sangre puede indicar un daño renal.
La medida del nivel de urea en la sangre permite identificar una disfunción de los riñones, particularmente una insuficiencia renal.
El valor normal se sitúa entre 3 y 7,5 mmol/l (o entre 0,18 y 0,45 g/l) en el hombre, mientras que en la mujer estará comprendido entre 2,5 y 7 mmol/l (o entre 0,15 y 0,42 g/l).
Los valores normales de urea en la orina deben estar comprendidos entre 250 y 580 mmol/24 h (es decir, entre 15 y 35 g/24 h). La proporción de urea en la orina y la sangre es normalmente mayor que 10. Si esta cifra se mantiene por debajo de 10, se puede sospechar de una insuficiencia renal.
El nivel de urea disminuye en los niños, durante el embarazo, a causa de un ayuno prolongado o desnutrición, o en caso de insuficiencia hepática.
El nivel de urea puede elevarse al realizar esfuerzos prolongados o seguir dietas hiperproteicas. También en caso de padecer una insuficiencia cardíaca, deshidratación y durante una fase postoperatoria. En personas ancianas, los niveles de urea suelen ser relativamente altos.
Precaución: como los valores normales de urea difieren según la técnica utilizada por los laboratorios, los resultados no pueden constituir un diagnóstico. Por eso es necesario consultar a un médico para los interprete correctamente y prescriba el tratamiento más adecuado.
Foto: © Alexilusmedical – Shutterstock.com