La amilasa permite la digestión del almidón, constituido por glúcidos. Esta enzima está poco presente en la sangre. Sin embargo, en caso de afección de las glándulas salivales y del páncreas, la amilasa puede aumentar su concentración. Estos dos órganos son los productores de la amilasa.
Su médico puede prescribirle un análisis sanguíneo de su nivel de amilasa (llamada amilasemia) si sospecha una afección del páncreas o de las glándulas salivales. Es bastante raro que las glándulas salivales sean afectadas.
En el adulto, el valor normal del nivel de amilasemia se sitúa entre 10 y 45 UI/L ((unidades internacionales por litro). En el niño, el valor normal es más bajo.
El nivel de amilasa en la sangre puede aumentar por diversas causas. Puede deberse a dolencias en la zona abdominal: infección de la vesícula biliar, úlcera gástrica perforada, peritonitis, etc. También por una inflamación aguda del páncreas o por una afección de las glándulas salivales: paperas, cáncer, cálculo de la glándula salival, etc.
Los resultados de una prueba de amilasa en sangre pueden variar según la técnica utilizada por los laboratorios. Es recomendable consultar con un médico con el fin de que interprete correctamente el informe del laboratorio y prescriba el tratamiento más adecuado para el paciente.
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