El consumo de la píldora anticonceptiva está asociado a un cierto número de efectos adversos y de riesgos para la salud. El accidente tromboembólico es el más grave de ellos y particularmente afecta a las pacientes que utilizan las píldoras de tercera generación.
Los siguientes efectos adversos son comunes al conjunto de anticonceptivos orales estroprogestativos (primera, segunda y tercera generación):
En noviembre de 2012, la Alta Autoridad de la Salud de Francia recuerda "que ningún estudio ha demostrado hasta ahora que las píldoras de tercera generación tengan una ventaja clínica suplementario con relación a las píldoras de primera generación".
Todas las generaciones de anticonceptivos estroprogestativos son asociados a un aumento del riesgo de accidente tromboembólico arterial o venoso.
Sin embargo, el riesgo aumenta en el caso de las píldoras de tercera generación.
Según la Alta Autoridad de la Salud de Francia (HAS), los anticonceptivos orales de tercera generación (que contienen del desogestrel, gestodeno o norgestimato) exponen a las mujeres al doble de riesgo de accidente tromboembólico venoso en función a las píldoras de primera o segunda generación.
El riesgo de accidente tromboembólico es de aproximadamente 2 cada 10 000 al año con las píldoras de primera y segunda generación. Es de aproximadamente 4 cada 10 000 al año por el consumo de las píldoras de tercera generación. A causa de su menor riesgo tromboembólico venoso para una eficacia comparable, la HAS considera que las píldoras de primera o de segunda generación deben ser preferidas a las de tercera generación.
Varios factores asociados al consumo de la píldora (particularmente para las píldoras de tercera generación) aumentan el riesgo de aparición de un accidente tromboembólico.