Las demencias frontales o fronto-temporales son dolencias que se manifiestan por disturbios cognitivos que afectan precozmente al comportamiento, luego al humor y a la palabra, antes de alcanzar más tarde las funciones cognitivas. Están anatómicamente asociados a una degeneración de ciertas áreas del cerebro (lóbulo frontal, lóbulo parietal). Representan el 5-10% de las demencias degenerativas. La persona afectada irá perdiendo gradualmente sus adquisiciones, especialmente en el lenguaje.
Las manifestaciones de la enfermedad varían según la persona y en función de la evolución de la enfermedad. Los síntomas no son los mismos cuando se está al principio o en una etapa más avanzada de la demencia .
Los síntomas son típicamente representados por:
El diagnóstico lo realiza un médico o un neuropsiquiatra o neurólogo . Se basa en una serie de pruebas para evaluar las funciones cognitivas de la persona. También permite evaluar el grado de evolución de la enfermedad. El diagnóstico se puede confirmar por exámenes de TAC o escaner cerebral. La RMN también puede ser útil.
El tratamiento de estas afecciones va a depender de los síntomas: se pueden utilizar moléculas reguladoras del humor asociadas a un trabajo para conservar y mantener la funciones cognitivas.
Al final los pacientes pierden su autonomía y ya no pueden vivir solos sin peligro. Vivir en una institución especializada es una solución práctica. El apoyo a las personas con demencia frontal será multidisciplinaria y en eél pueden intervenir médicos, psiquiatras, enfermeras y cuidadores.