La demencia presenil es una enfermedad degenerativa que provoca un deterioro progresivo de las células cerebrales. Afecta a la memoria y a las funciones cognitivas del enfermo y por lo general aparece después de los 60 ó 65 años, pero puede afectar también a personas más jóvenes. La enfermedad de Alzheimer es la variedad más común de demencia presenil.
Los síntomas que podemos encontrar dependen del estadio de evolución de la enfermedad. En la fase llamada preclínica, normalmente no hay síntomas objetivables: lesiones de degeneración y depósitos anormales de proteínas en la corteza cerebral, pero sin repercusión clínica. Esta fase dura aproximadamente de 15 a 20 años. Los signos característicos de la enfermedad de Alzheimer en la fase de demencia son:
El diagnóstico lo realiza el médico después de diversos exámenes. Inicialmente, el Mini Mental Score (MMS) permite evaluar las funciones cognitivas del paciente y el grado de evolución de la enfermedad. Dependiendo de la puntuación obtenida otras pruebas neuropsicológicas pueden ser realizadas por un geriatra, un neurólogo o un neuropsicólogo. El escaner y la resonancia magnética permiten evaluar el daño neurológico del paciente, poniendo en evidencia lesiones degenerativas en el cerebro.
El tratamiento es sintomático y se aplicará para retrasar la progresión de la enfermedad. Se combinará un apoyo psicológico y un tratamiento con medicamentos: los inhibidores de la colinesterasa. La eficacia de estos tratamientos está todavía muy cuestionada. Con el tiempo, los pacientes pierden su autonomía y ya no pueden vivir solos sin ponerse en peligro a sí mismos. Vivir en una institución es entonces una solución práctica. Los cuidados de las personas con demencia son multidisciplinarios y en ellos intervienen psiquiatras, cuidadores, enfermeras, fisioterapeutas ...